El martes por la tarde, el Teatro Municipal La Comedia albergaba uno de los últimos ensayos de Traigo un pueblo en la voz, un espectáculo que este miércoles, en el marco de una gala por el Día de la Bandera, homenajeará a la gran Mercedes Sosa. Julia Zenko atendió por teléfono a El Ciudadano desde bambalinas con permiso del maestro Popi Spatocco, el encargado de dirigir el show musical en el que la Orquesta de Cámara Municipal secundará a las grandes voces de Nahuel Penissi, Jorge Fandermole, Aldana Moriconi, el Trío Aura y, por supuesto, a la talentosa Julia Zenko.
“Es un no olvidarnos de Mercedes, es tener en cuenta que fue una de las cantantes más importantes que tuvimos en el país”, dijo Julia en una charla en la que contó cómo la tucumana apareció en su infancia y poco a poco fue tomando protagonismo en su carrera profesional abriéndole grandes puertas.
“Es una de mis cantantes favoritas, también como mujer, con su valentía”, confesó del otro lado del teléfono.
Julia Zenko, una de los voces más notables de la música popular argentina de las últimas décadas, está viviendo un gran momento. Editó un disco llamado Nosotras, en el que pone en valor el trabajo de autoras que admira y respeta, que ganó un Premio Gardel (el primero en sus 40 años de trayectoria) y que no podría haber llegado en mejor momento: “La vida hizo que las mujeres estemos viviendo este momento histórico tan importante, esta revolución «mujeril». Hay unas palabras en el disco que escribió Fernando Pini (productor) dándonos a las mujeres, a nosotras, el real valor. Nada es casualidad”, dijo Zenko. Y agregó: “Me parece que somos afortunadas de vivir este tiempo, porque es un momento bisagra en donde la mujer empieza a poder hablar libremente, a defender sus derechos a decirle al mundo que somos iguales”.
“Estoy en esta lucha, acompañando la campaña de la despenalización del aborto, para que quede claro que no es aborto si o aborto no, es solamente cuidar a las mujeres”, dijo la cantante.
Cantar a dúo desde siempre
Julia Zenko conoció a Mercedes Sosa cuando era muy chica. Su hermano le regalaba sus cassettes cuando la tucumana estaba prohibida durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina. “Tengo uno que mi hermano trajo de Brasil, donde vivía mi abuelo, O Melhor de Mercedes Sosa. Lo tengo todavía, lo gasté”, recordó.
Julia se identificaba con Mercedes. “Lo que me gustaba era que podía cantar con ella, porque tenía un color de voz, unos tonos, que iban conmigo. Siempre tenía problemas con las cantantes soprano, con las que cantaban demasiado agudo y con Mercedes podía cantar al lado de ella. Después, más tarde, empecé a coparme con Mercedes más allá de su tono de voz, con el repertorio que elegía, con las cosas que decía, con su pensamiento, con su valentía. La verdad es que es una de mis cantantes favoritas, como cantante y como mujer”, rememoró.
Cuando su relación con la música empezó a transformarse en su profesión, allá por los años 80, y por esas cosas que tiene la vida, Fabián Matus, el hijo de Mercedes, llevó a su mamá a un concierto de Julia Zenko. “A partir de ahí me empezó a invitar a cantar con ella, me abrió una puerta enorme a la gente, me convocaba. Gracias a ella conozco Israel, canté en el Lincoln Center. La vida me llevo a tener hasta una amistad con ella. Toda mi vida está, afortunadamente, marcada por ella”, confesó.
Compositoras admiradas
Hablando de mujeres fuertes, valientes, a las que Zenko admira, entró en escena Nosotras, su último disco. “Son once canciones de compositoras argentinas que admiro, que respeto. Es la primera vez que, por ejemplo, interpreto un tema de Celeste Carballo u otro de Fabiana Cantilo”, confesó.
“A pesar de todo lo difícil que uno vive a diario en este hermoso país, tengo las gratificaciones profesionales que tanto deseaba”, agregó.
“Cuando Lito Vitale y Fernando Pini me propusieron hacer este disco, cuando definimos el concepto, estuvimos de acuerdo. Esto fue el año pasado. Y la verdad es que el universo lo puso en este lugar, destacando el trabajo de las mujeres que siempre admiré y respeté, mientras estamos viviendo este momento tan importante, esta revolución «mujeril». En el disco hay unas palabras que escribió Pini dándonos a las mujeres, a nosotras, el real valor. Nada es casualidad”, relató la cantante, al tiempo que, consultada acerca de cómo vive este tiempo, reveló: “Me parece que somos afortunadas de vivir este tiempo, porque es un momento bisagra en donde la mujer empieza a poder hablar libremente, a defender sus derechos a decirle al mundo que somos iguales. Quizá físicamente no somos iguales pero tenemos los mismos derechos, debemos ganar igual que los hombres, debemos ser dueñas de nuestros cuerpos, de nuestras decisiones”.
“No somos iguales, nosotras podemos engendrar un hijo en nuestro vientre y tenemos que tener la posibilidad de decidir si lo queremos o no lo queremos. La verdad es que yo estoy en esta lucha, acompañando la campaña de la despenalización del aborto (que tiene media sanción en Diputados), para que quede claro que no es aborto sí o aborto no, es solamente cuidar a las mujeres que están complicadas con esos embarazos. Y que lo hagan en un lugar con las mismas ventajas que puede hacerlo una mujer con dinero”, concluyó.
Para agendar
Traigo un pueblo en mi voz se podrá disfrutar este miércoles, desde las 20, en el Teatro Municipal La Comedia, de Mitre y Cortada Ricardone, con entrada libre y gratuita hasta agotar la capacidad de la sala.