Un joven de 22 años fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por un crimen cometido en barrio San Francisquito en febrero de 2020, durante un cumpleaños que se celebró en la calle. Una fiesta en la que se cruzaron dos grupos que mantenían conflictos previos que fueron dirimidos a balazos.
El condenado es Jesús Alberto “Cordobés” Magallanes, quien la madrugada del 8 de febrero de 2020 era uno de los presentes en la cuadra de Virasoro al 3700 y según la acusación del fiscal Adrián Spelta extrajo una pistola y disparó contra Joaquín Pecci, luego de unos cruces verbales entre varias personas.
Pecci tenía 22 años y murió alrededor de las 5.30 producto de una herida en el pecho que le produjo un daño cardiovascular grave. Pero los disparos no fueron unidireccionales. El propio Cordobés resultó herido de un tiro en el pecho, y dos jóvenes más también fueron atendidos: Fernando y Damián. Todos terminaron en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
En la investigación constan decenas de testimonios para establecer qué ocurrió en el momento del homicidio y también sobre los sucesos previos que lo detonaron.
Esa noche de febrero, unas 150 personas se congregaron en barrio San Francisquito. Era una fiesta de cumpleaños de una chica llamada Magalí cuyos allegados habían promocionado el evento por Facebook. Varios de los presentes, según testimonios, ni siquiera conocían la cumpleañera.
En ese contexto alrededor de las 4 dispararon contra Joaquín Pecci, quien se encontraba junto a su moto en una vereda. Se escucharon veinte tiros, según las vainas servidas calibre .380 halladas más tarde.
De acuerdo con la declaración del propio condenado, el crimen fue en “defensa propia”. El Cordobés Magallanes aclaró que llevó una pistola .380 y que se vio obligado a disparar ya que Pecci y otro muchacho estaban armados y dispararon primero.
Esto, según esta versión, se produjo en el marco de un conflicto con un tal Chizi, un conocido del Cordobés que tenía problemas con Pecci y un tal Catinga. Una pelea que ya había tenido un antecedente, una semana antes, en la plaza de Garibaldi e Iriondo, donde hubo trompadas y amenazas.
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«Somos blanco o somos negro», fue la expresión que uno de los involucrados en el conflicto le dijo al otro grupo antes de que se produzca el desquicio fatal. “Blanco era cuando estaba todo bien, negro era cuando estaba todo mal entre ellos”, dijo el testigo.
«Nosotros no somos ni blanco ni negro, pero vos le querés pegar a un pibito», le respondieron a Pecci. El pibito no era otro que un amigo del Cordobés, Lautaro alias Chizi, de entonces 16 años, con quien Pecci y Catinga tenían problemas, según consta en el expediente.
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El Cordobés fue detenido en julio de 2020 en pasaje 1221 al 3800, ocasión en que personal polcicial secuestró siete celulares, un arma de fuego calibre .380 con el cargador completo y la numeración limada que no resultó ser la usada en el crimen de Pecci. También se encontraron proyectiles de distintos calibres: 34 municiones calibre .380, 2 calibre 9 milímetros, 1 munición calibre 45 y otra calibre 7.65.
Este miércoles, fue condenado por el delito de homicidio agravado y portación de arma en un acuerdo abreviado homologado por la jueza Hebe Marcogliese. La pena es de 10 años y ocho meses.