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«Somos una generación que tiene más naturalizada la lucha»: nietas y nietos tomaron la posta

Este jueves, jóvenes entre 13 y 18 años cuyos abuelos fueron desaparecidos por la última dictadura cívico-militar se presentaron como agrupación y tomaron parte de la emblemática Ronda de las Madres en la Plaza 25 de Mayo. "Se acercaron varias nietas a decir que también se querían sumar", contaron

Aunque la lluvia no dio tregua, organismos de derechos humanos asistieron a la convocatoria a volver a hacer las Rondas de los jueves de las Madres de Plaza 25 de Mayo Rosario. La pandemia había interrumpido los encuentros semanales y ante la mejora de los indicadores sanitarios se acordó su regreso.

Fue la primera ronda sin ninguna Madre: en los últimos dos meses fallecieron las últimas, Noemí Johnston de De Vicenzo, conocida como Mimi, y Adela Panelo de Forestello, a quien llamaban Lila. Sin embargo, la organización Madres de Plaza 25 de Mayo continúa a través familiares y militantes.

En esta ocasión, además, hicieron su presentación a la sociedad nietos y nietas con abuelos desaparecidos. Quieren conformarse como agrupación por los derechos humanos y la reanudación de la Ronda fue la excusa para convocar a jóvenes de su generación que se sientan interpelados por la defensa de los derechos.

Cobertura fotográfica: Franco Trovato Fuoco

Se trata de jóvenes de entre 13 y 18 años que, a priori, se conocen por compartir su historia familiar. Sin embargo, el espacio está abierto a quienes quieran sumarse.

«Hoy al vernos, abrazarnos, charlar y que la gente venga y nos diga que estaba bueno lo que estamos haciendo… Se hizo más real», sintetizó a El Ciudadano Renata Labrador, de 20 años y nieta de Palmiro Labrador, militante montonero asesinado en noviembre de 1976.

Contó Renata que hace un tiempo vienen conversando con sus compañeros, la mayoría amigos de toda la vida por amistades de sus papás, de armar un espacio así: «Para cuidar la lucha por los derechos humanos». Aún no tienen nombre ni pintaron ninguna bandera, todo está por crearse y este jueves fue el puntapié inicial.

«Somos personas que crecimos con Néstor y Cristina, una generación donde los derechos humanos siempre fueron una bandera que había que cuidar. Pero ya estaba ahí. No tuvimos un proceso de silencio y de tener que empezar a hablar de los derechos humanos. En la escuela ya nos hablaban del Golpe del 24 de Marzo. Somos una generación que tiene más naturalizada la lucha por los derechos humanos y la tenemos que cuidar», contó.

Se la escucha entusiasmada, se sintió sorprendida por la convocatoria, por la cantidad de personas que asistieron a la ronda y homenaje a Lila y el Día del Detenido Desaparecido. «Estuvo buenísimo. Además, se acercaron varias nietas a decir que también se querían sumar. Esa era la idea. Empezar. Que este sea el puntapié de la organización que queremos armar, de las ideas que tenemos para el futuro. Siempre apuntando a los ideales que tenían las y los 30 mil y las Madres y las Abuelas».

Labrador también contó que algunas personas que hicieron la ronda les contaron que conocen a jóvenes que podrían sumarse: «Estuvo buenísimo».

«Como nieto te atraviesa porque es una falta que tenés en el día a día. No podés ir a la cancha con tu abuelo o tener una cena o asado familiar un domingo», comentó Labrador a la par que explicó: «Pero al querer ser abierto este espacio de nietos y nietas -por ahora lo llamamos así porque recién empezamos- es porque sabemos que esta historia nos atravesó a todos. Fue un plan político, económico, social, que nos marcó y sigue marcando por el endeudamiento, porque el hecho de que hayan quemado bibliotecas y libros o prohibido canciones te marca como sociedad y al día de hoy lo seguimos sufriendo», consideró.

A su vez, la militante se preguntó quién puede procesar o dimensionar crímenes como los que cometieron los militares y sus cómplices civiles. «Fue algo tan atroz, tan duro, que me parece que nos cuesta a todos entenderlo un poco. Que hayan asesinado a esa cantidad de personas con esa brutalidad, que los hayan torturado, que haya detenidos que hoy viven y que quedaron con secuelas. Nadie puede dimensionar todo eso por más libros que leas o por más que te interiorices; siempre va a estar por fuera del imaginario que tiene cada uno».

Durante el encuentro de este jueves, ella y algunas de sus compañeras leyeron un documento que prepararon y que concluye de esta manera: «La Plaza 25 de Mayo y la Ronda de las Madres son un lugar emblemático que nos ha enseñado que la lucha es colectiva y que nos atraviesa a todxs. Sostener este espacio nos parece fundamental para transmitir que la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia sigue más vigente que nunca y son las banderas que queremos seguir levantando y construyendo, porque todavía queda mucha memoria y mucho que construir por ese país que soñaron lxs 30 mil».

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