El gobierno del presidente Sebastián Piñera informó este martes que ya suman 15 los muertos en medio de la represión y el estallido social que sacude a Chile. Tres de las últimas víctimas fatales sufrieron impactos de bala, y un joven fue atropellado por un camión de la Armada. Las autoridades, sin embargo, insisten en que la mayoría de los fallecimientos fueron en un contexto de «quemas y saqueos».
“Tenemos un total a nivel nacional de 15 fallecidos, once de ellos en la región Metropolitana (…) asociados a quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales”, comunicó el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, durante una conferencia de prensa. Además, indicó que tres de las muertes ocurridas fuera de la capital fueron por impactos de bala.
Antes de la medianoche de este lunes, la Armada chilena confirmó que un joven de 23 años murió atropellado por un camión militar en la ciudad de Talcahuano, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago. Fue cuando los soldados llegaron a intervenir en un saqueo, y el grupo salió corriendo para escapar mientras regía el toque de queda.
En la mañana de este martes hubo otra muerte. Un hombre electrocutado en el marco de un saqueo a un supermercado en el centro de Santiago, durante el toque de queda, de acuerdo a los partes oficiales. Según Carabineros, asistieron al lugar ante un llamado para contener el desborde, y la persona se escondió en el interior del supermercado cuando vio llegar a los uniformados a controlar la situación. Se ocultó en un almacén tras un refrigerador que le produjo una descarga eléctrica y murió, de acuerdo a medios locales.
Otras de las muertes se dieron durante diversos incendios que se iniciaron en edificios a modo de protesta, o en otros saqueos.
200 heridos y dos mil detenidos por la represión
Las personas heridas por Carabineros y la Armada ya suman más de 200, y hay alrededor de 2 mil detenidas. Además, se denunciaron secuestros, torturas y detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas de seguridad.
El presidente Piñera renovó en la noche del lunes, por tercer día consecutivo, el toque de queda en Santiago y zonas aledañas. El mandatario insistió en que el país está «en guerra». Continúa vigente el Estado de Excepción que cede a la Armada el control público.
Piñera mantiene el calificativo de delincuentes para nombrar a los protagonistas de las masivas protestas llevadas adelante por miles de personas en todo el país en rechazo al aumento del costo de vida y el programa económico de ajuste del gobierno.
País modelo, incendiado desde hace una semana
El lunes pasado, habitantes de la capital Santiago iniciaron manifestaciones masivas contra el aumento de 30 pesos en el boleto del subte, lo que dejó el precio máximo del pasaje en 1,19 dólar.
El argumento para subir el pasaje es el alza en la paridad del dólar y en el barril del petróleo. Los manifestantes rechazaron un aumento del pasaje en metro mientras el salario mínimo se mantiene en cerca de 420 dólares, por lo que trasladarse implica sacar 47 dólares del sueldo, un 11 por ciento.
Fue, señalan varios analistas, la gota que rebasó el vaso de un descontento que incluye el aumento de tarifas hasta niveles impagables, el privatizado sistema de jubilaciones –parecido al de las AFJP de Argentina– que no brinda una cobertura decente a la mayoría de los ciudadanos, el costo de la educación y la salud públicas.
Luego de los primeros cinco días de manifestaciones sin conducción política clara, las protestas se volvieron violentas sobre el viernes y comenzaron los enfrentamientos con la Policía, vandalismos contra la infraestructura pública y edificios privados.
