Alguna vez un prestigioso entrenador argentino lanzó la frase “son decisiones”. Algo que tuvieron que hacer Rodrigo Mora y Luis “Pulga” Rodríguez que de alguna manera sacudieron al futbolero argentino y ni hablar de los hinchas de River y Atlético Tucumán.
Ambos decidieron cambiar su presente dentro del fútbol. El uruguayo con la dolorosa decisión de colgar los botines y el ídolo tucumano con la polémica disposición de jugar en otro club.
El 22 de junio de 2017 no fue un día más en la carrera de Mora. Y no por haber hecho un gol o sufrir una expulsión. En esa mañana de invierno el uruguayo se sometía a la operación de la cadera derecha debido a una necrosis osteoarticular, la pérdida permanente o temporal del flujo de sangre que llega a los huesos. Ahí comenzó el principio del fin.
Pasaron 259 días para que vuelva a tocar una pelota. Fue en enero de 2018, pero ya no era ese delantero picante y vivo que supo conquistar los corazones millonarios.
Tras ser parte del plantel campeón de la Libertadores y a poco de iniciar la pretemporada Rodrigo dijo basta. “Ya no puedo seguir jugando al fútbol” fue la frase que utilizó para resumir sus sensaciones al dejar algo que siempre amó: jugar a la pelota. El mundo River lo extrañará.
Lo de la Pulga Rodríguez es diferente. Él seguirá derrochando su potrero, pero ya no con la camiseta de su amado Atlético Tucumán, sino con la de Colón, club que le compró el pase.
En Tucumán los rumores son infinitos. Una pelea con los dirigentes, un tema personal, su reciente afiliación al peronismo. Por ahora las respuestas son escasas.
Lo cierto que Colón dispondrá ahora de un jugador que se cansó de hacer goles en el Decano y que busca un nuevo desafío en su carrera.
“Para Atlético solo tengo palabras de agradecimiento”, esbozó el Pulguita al momento de su despedida. Y que en Tucumán lo van a extrañar mucho.