Con fuertes encontronazos entre Fiscalía y defensa en torno de la forma en que la primera examinaba los testigos e incorporaba prueba se desarrolló la séptima audiencia del triple crimen de Villa Moreno. Durante la mañana se dio lectura a la declaración que Maximiliano “Quemadito” Rodríguez brindó luego de la balacera que lo tuvo como víctima, en la que no incriminó a Ezequiel Villalba (alias Negro Eze), supuesto blanco que buscaban los homicidas que cometieron horas después el triple crimen ocurrido el 1º de enero de 2012. Por la tarde, declararon la novia de Maxi, Sofía L., quien iba en el auto atacado y dejó constancia de que su suegro, Sergio “Quemado” Rodríguez, principal implicado en el caso, le había dicho al ir a encontrarse con dos uniformados de la Inspección de Zona, procesados en la causa por encubrimiento del caso que se sustancia en otro expediente: “Son policías de verdad”. También declaró una amiga de la joven, quien los acompañaba aquella madrugada en el vehículo, en cuyo perfil de Facebook otro acusado, Brian “Pescadito” Sprío, le dejó lo que parece una amenaza para que no declarara: “Las leyes de la calle no son las del tribunal; acá los problemas se resuelven con fuego”.
A pesar de la oposición de los defensores se incorporó por lectura la declaración del Quemadito. El testimonio fue brindado el 25 de abril de 2012, nueve meses antes de su asesinato, y tuvo como objeto el ataque que el joven sufrió durante aquella madrugada, en Garay y Vera Mujica, previo a lo que se considera una venganza: los homicidios de Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patóm” Rodríguez en Dorrego y Presidente Quintana, cuando circulaba con su novia y una amiga en su BMW gris por zona sur.
Luego de pasar fin de año en una parrilla junto a su familia, Rodríguez hijo fue a buscar a su pareja e hizo varias paradas para saludar, dejó asentado. El trío fue a buscar a una tercera chica a su casa de Presidente Quintana y Vera Mujica. “Yo manejaba despacito buscando la casa de Daiana y me disparan”, refirió. El Quemadito afirmó que tenía fuerte la música: “Lo único que escuché fue matalo, y disparó”. Rodríguez sostuvo que sólo vio el arma y se agachó; cuando le pegó el primer tiro en la nuca se tiró hacia su novia y recibió más balazos. En su relato afirmó que luego del ataque se bajó del auto y comenzó a despedirse. “Cuando estaba tirado en el piso decía: no me quiero morir, no me quiero morir; había mucha gente, quería que me lleven al hospital”, y le dio un mensaje a su pareja para el Quemado: “Decile a mi papá que lo amo”.
De la declaración surge que los atacantes eran dos personas en una moto, que el acompañante portaba una pistola y abrió fuego desde el asiento del acompañante. El primer balazo le pegó en la nuca y luego las balas vinieron de la parte delantera. Su novia llamó desde su Nextel a su papá y luego llegó el hoy imputado Pescadito Sprío, quien lo trasladó en su auto al hospital. También estaba Daniel “Teletubi” Delgado, otro de los acusados, a quien Rodríguez abrazó al llegar al centro de salud y se despidió. Quemadito no dio nombres de sus agresores y dijo que nunca tuvo trato con el Negro Eze –imputado por este ataque aunque luego desvinculado–. Añadió que conocía a Facundo Osuna, pibe baleado el 29 de diciembre de 2011, causa en la que el Quemadito fue imputado junto con Jeta, un adolescente sospechado de participar en el triple crimen. Y alegó que a Mauricio “Maurico” Palavecino –imputado en el múltiple homicidio– lo conocía poco y nada, de verlo en bailes. Maxi sostuvo no conocer a Danonino – un adolescente nombrado en el ataque del que fue víctima–, ni a los hermanos Spinetti ni a Damiancito (Brian Romero, condenado por el triple homicidio mediante un abreviado). Concluyó la declaración con la decisión del Quemadito de no instar la acción penal.
La Quemadita
Sofía L., novia del Quemadito, declaró en el último turno de ayer. Relató que llevaban un año en pareja para entonces y que a los imputados los conocía, pero no eran sus amigos. En las tres causas (ataque a Facundo Osuna, agresión al Quemadito y triple crimen) declaró once veces durante la instrucción. Hubo cruces entre defensas y fiscalía ya que la mayoría de las veces la testigo decía no recordar, con lo cual debía leer su propia declaración, aunque ante la reiterada intervención de la Fiscalía el tribunal advirtió a la representante del Ministerio Público.
El relato de Sofía L. fue coincidente con el de Maxi: que su pareja la pasó a buscar en auto por la casa de su amiga, que vive a la vuelta, como a las dos de la madrugada.
Después de dar unas vueltas, se puso a la par una moto grande desde la que empezaron a dispararles. Relató que el Quemadito fue bajando la velocidad y ella se tiró por la puerta y se puso atrás del auto, ya que los tiradores se posicionaron en el frente. Que Maxi bajó por esa misma puerta y se puso junto a ella. Contó que decía: “Me muero”. Ella le sacó uno de sus dos teléfonos y llamó a la ambulancia pero como le hacían muchas preguntas se puso nerviosa y cortó para llamar a Teletubi.
Sofía L. dijo que Teletubi llegó con Pescadito en un BMW negro con dos chicas. Que éste condujo el auto de Maxi llevándolo como acompañante, y que ella y su amiga subieron atrás, mientras que en el otro auto fue Teletubi. Al preguntársele por una declaración previa, donde dijo el Quemadito le reveló que el atacante había sido el Negro Eze, dijo no recordar. Contó que tras llegar al Heca se quedó afuera, shockeada, y que fue Teletubi quien dio los datos a la Policía. Que llegaron el Quemado y su mujer, otros familiares y amigos, y que su suegro la calmaba. Ella dijo que no recordaba a qué hora entró finalmente al hospital, aunque en el video se observa que ocurrió a las 4.24, hora que toma la defensa para decir que todos estaban afuera con ella hasta ese momento.
Aunque en otra cámara se observa que a las 3.42 la mayoría de los presentes se retiró y Sofía sólo quedó con una amiga y un tercero. Sólo dijo recordar que Pescadito se fue antes (con el auto de Maxi) y la defensa quiso saber si Teletubi estuvo afuera con ella hasta el momento en que entró, lo que dijo no recordar.
Relató que a las 10 de la mañana fue a casa de otra amiga y en ese momento la llamó a su madre para decirle que la Policía la buscaba, ya que habían encontrado un CV de ella dentro del auto de Maxi. Habló con uno de los dos policías por teléfono y le preguntaron si la pasaban a buscar, a lo que ella se negó. Entonces dijo haberlo llamado al Quemado, quien un rato después, en otra llamada, le dijo que se quedara tranquila.
“Son policías de verdad”. Tras esto, camino a la estación de servicios en que habían quedado en encontrarse con los policías, la fue a buscar el Quemado y ella le entregó los dos celulares de Maxi. Luego se encontró con los policías, que la llevaron a la comisaría 15ª, donde estuvo dos días demorada. La Fiscalía le preguntó por decenas de llamados hechos a los imputados mientras estuvo en el hospital y ella dijo no recordar, igual que cuando le preguntaron por la declaración que había firmado en la seccional.
La amiga
Antes de Sofía declaró su amiga Mariana C., quien iba en el auto con ella y el Quemadito al ser atacados. Fue una testigo pedida por la querella, con lo cual el llamado contraexamen lo hacía la Fiscalía, lo que cuestionó la defensa al argumentar que querella y Fiscalía trabajan desde el inicio juntas, pero el tribunal lo desestimó. El debate se suscitó al momento de exhibirse los videos sobre la llegada al Heca de Maxi, sus familiares y amigos. Mariana C. afirmó que conocía a los imputados pero que no era amiga de ellos. Tras relatar el ataque de manera coincidente con sus amigos y la forma en que llegaron al Heca, dijo que los familiares sólo habían estado 45 minutos y luego todos se retiraron. Y se quedaron sólo ella y Sofía.
Acerca del encuentro con los policías de la seccional 15ª su relato fue coincidente con el de su amiga. Sobre la participación policial en el encubrimiento, le marcaron en video que se veía hablando a Teletubi con un policía al que le dio los datos del herido. La mayoría de las discusiones en torno del video se dieron acerca de cuánto tiempo estuvieron los acusados en el Heca, para intentar determinar si pudieron haber tenido tiempo de ir a consumar la masacre. Pese a que dijo que no era amiga de los imputados, los tenía en su perfil de Facebook. Contó que chateó hace dos meses con Pescadito, quien le dijo que no fuera a declarar porque no era necesario. Y le leyeron un posteo que hizo Sprío en su Facebook: “Las leyes de la calle no son las del tribunal; acá los problemas se resuelven con fuego”.