Hay piratas en el río Paraná frente a Rosario. No van al abordaje de otras naves para saquearlas, no, sino que están trabajando duro; pero es la palabra que encontró el Sindicato de Trabajadores de Dragado y Balizamiento para referirse a un barco casi fantasma, al que detectaron el año pasado frente a la costa de Alvear y ahora frente a la Terminal Puerto Rosario haciendo las labores claves para el paso de buques graneleros, en un marco de bajante histórica en el río Paraná. Pero totalmente en negro, denunció el gremio.
“No sabemos que artilugios ha hecho esta draga para realizar tareas en la zona”, dijo Edgardo Arrieta, secretario General de Dragado y Balizamiernto Rosario. El dirigente explicó a El Ciudadano que, con toda lógica, el trabajo que despliegan no es precisamente el de estar quietos en una oficina: están sobre el canal de la Hidrovía, con maquinaria complejas, combustible, insumos y más; por tanto deben cumplir con estrictas medidas de seguridad, y no sólo por la pandemia de Covid-19. Y el gremio ignora no sólo si cumplen la mayoría, sino si se está atendiendo aunque sea alguna, ya que nunca pudieron comprobar las condiciones de trabajo de los tripulantes, que Arrieta estima en una veintena.
De lo que sí está seguro el sindicalista es que la tripulación de la “draga pirata” no está dentro del convenio colectivo de trabajo del sector, por lo que supone que la empresa que ofrece el servicio bien puede no estar cumpliendo con nada. “Además no sabemos nada de la tripulación, si bajan a tierra con lo peligroso que se puede tornar por la pandemia del coronavirus. Nosotros tenemos que cumplir a rajatablas con todos los protocolos y aparece esto”, se contrarió el titular del gremio que días atrás fue objeto de un ataque con pintadas en aerosol, en su sede de Dean Funes al 1000, en medio de la disputa por la intervención a la agroexportadora Vicentin.
Arrieta relató a este diario que, como la primera vez que detectaron a la draga, el año pasado, hicieron las denuncias correspondientes en la Prefectura Naval y el Ministerio de Trabajo de Nación. Y describió que la situación en este caso es aún más grave, ya que para que la draga esté operando alguien debió haberla contratado, incluso a través de una licitación. Y esas operaciones dejan rastro de documentos, ya que se trata de Vías Navegables, un área delicada y estratégica. La sospecha, entonces, es que algún funcionario debió haber firmado una autorización para permitir la maniobra, que ahora el gremio intenta nuevamente desbaratar para que todo se ajuste a derecho.
ALP Catamarca es el nombre de la embarcación que está en la zona prestando servicio cuando “debe estar amarrada y clausurada”, destacó Arrieta. “Nos llama la atención que no se tomen medidas. Consideramos que no se puede dejar navegar a estas dragas, y menos permitir trabajadores en negro o con otros convenios colectivos que no son los del sector”, concluyó el dirigente, que también cursó una presentación denunciando el caso a la Subsecretaria de Vías Navegables de la Nación.
