En medio de una investigación judicial que derivó en innumerables allanamientos con el objeto de desbaratar una organización criminal asumió la nueva cúpula de la Policía del departamento Rosario. Luego de casi cuatro meses de una disfrazada intervención, a cargo del subjefe de Policía de la provincia, en la mañana de ayer asumió como jefe de la Unidad Regional II el comisario mayor Luis Bruschi, quien se estaba desempeñando como subjefe desde fines de febrero. En tanto, como su segundo fue nombrado el comisario José Luis Amaya. Hasta ayer, el cargo de jefe de la Policía de Rosario fue desempeñado por el comisario mayor Raúl Ardiles, subjefe de la fuerza a nivel provincial quien ahora retornará a dicho cargo, asumido a comienzos de febrero de este año.
Hasta ayer, Bruschi era subjefe de la Unidad Regional II. Anteriormente se había desempeñado como titular de la UR XVIII, del departamento San Martín –con asiento en la ciudad de Sastre– y anteriormente tuvo como destino el Departamento Logística D4 en Santa Fe.
Por su parte, el comisario inspector Amaya desempeñó gran parte de su carrera en la delegación sur de la Dirección Provincial de Asuntos Internos.
Durante el acto, realizado en la Jefatura de Policía, el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, sostuvo que el comisario Ardiles “cumplió con altísima profesionalidad y compromiso los objetivos que se fijaron desde la cartera de seguridad”, y tras agradecer y destacar su trabajo, sostuvo que es momento que “se reintegre en sus funciones”.
En tanto, el flamante jefe de la Unidad Regional II, Luis Bruschi, afirmó que “se viene realizando un trabajo progresivo y cada vez más intenso en toda la ciudad”.
En relación con la investigación que dio lugar al megaoperativo de la semana pasada donde fue detenida parte de la banda de Los Monos, aclaró que ese no es “el único tema de importancia en la agenda policial, ya que la seguridad ciudadana es tarea primordial”.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Matías Drivet, expresó: “Tenemos la oportunidad histórica de ser los continuadores de un proceso de cambio en esta realidad compleja que nos toca asumir”. Y agregó: “Como vimos recientemente, los resultados llegan cuando se da una conjunción entre los esfuerzos del poderes judicial, político y el compromiso de todos los funcionarios policiales”.
“Hay que separar la paja del trigo y realizar todos los esfuerzos para tener muy claro cuáles son los límites, los criterios de trabajo y las líneas políticas del ministerio de seguridad en relación a la administración de la fuerza policial”, resaltó Drivet.
El cambio en la cúpula policial repercutirá también en distintas dependencias y seccionales, donde ocurrirán muchos movimientos de personal, aseguró un portavoz.
