Los investigadores del caso de Rocío Milagros Rojas, la niña de 4 años que fue vista por última vez este jueves al mediodía en Tucumán, sospechan que fue asesinada y que sus restos fueron carbonizados y arrojados a un río, informaron fuentes policiales.
A esta conclusión arribaron los pesquisas luego de que este viernes se encontraran restos óseos carbonizados debajo de un puente que cruza el río Colorado y que fueron extraídos para someterlos a pericias ante la posibilidad de que pertenezcan a la niña.
Ante este hallazgo y a partir de la declaración de uno de los tres detenidos en la causa, los investigadores sospechan que la niña pudo haber sido asesinada, sus restos carbonizados y arrojados al río Colorado.
Este viernes fueron arrestados: la madrina de Rocío, su pareja y su yerno, quienes convivían con la niña que está desaparecida en una vivienda del asentamiento Chabela, de la localidad de Lules, ubicada a 20 kilómetros de la capital tucumana.
Además de las detenciones, se llevó a cabo un allanamiento en la propiedad, en donde se “encontraron indicios fundamentales para avanzar en la causa y se secuestraron prendas de vestir, ropa de cama y otros elementos”, señaló un vocero.
Los operativos de búsqueda se llevaron adelante en un primer momento en el asentamiento San Ramón, ubicado detrás de la fábrica de la Papelera Tucumán y luego en las inmediaciones del puente donde se hallaron este viernes los restos, que serán sometidos a pericias para determinar si se trata de huesos humanos o de animales. Con esta confirmación, los investigadores harán peritajes genéticos para determinar si los restos pertenecen a Rocío.
También se hallaron huellas, que se presumen serían de una misma motocicleta, en el asentamiento San Ramón y a unos 10 kilómetros de ese lugar, en las márgenes del río.
En tanto, este sábado por la mañana, los pesquisas supervisados por el jefe de la Unidad Regional Oeste (URO), comisario Manuel Castaño, ampliaron el radio de búsqueda desde el lugar en fueron encontrados los restos.
En los operativos participó la perra Wanda de la Sección Canes, adiestrada para la búsqueda de personas, junto a más de 200 efectivos de la comisaría de Lules, Infantería Oeste, Caballería, Investigaciones, Trata de Personas, Delitos Rurales, Patrulla Motorizada, Bomberos, Lacustre y otras divisiones que prestaban colaboración para recorrer toda el área.
El caso
Rocío fue vista por última vez el pasado jueves cerca del mediodía cuando salió de la casa donde estaba viviendo con su madrina, detenida desde este viernes y quien realizó la denuncia. La mujer contó que estaba a cargo de la pequeña por pedido de su madre, quien está internada por un cuadro de consumo problemático de sustancias. La madrina indicó a los uniformados que al momento de la desaparición, ella no estaba en el lugar, y que su hija de 18 años había quedado a cargo de la niña y de su hijo de dos meses.