Al menos 16 personas, entre ellas seis niños, muerieron la madrugada de este sábado en un asalto de las fuerzas de seguridad de Sri Lanka contra presuntos yihadistas, informó la policía.
En un momento en que militares y policías intentaban entrar en un presunto refugio del grupo terrorista Isis en Kalmunai (este), tres hombres se hicieron explotar. En la operación murieron seis niños, tres mujeres, un civil y seis terroristas, además de causar cinco heridos.
Las muertes se produjeron cuando, de acuerdo a las autoridades, los supuestos terroristas cargados de explosivos se inmolaron matando a sus propias familias. «Ellos se hicieron explotar con sus familias», aseguró la fuente militar.
El asalto dio lugar a más de una hora de intercambio de disparos, indicó un portavoz del ejército, Sumith Atapattu. La policía y el ejército señalaron también que un civil fue víctima del tiroteo. Las fuerzas del orden no lamentaron heridos en sus filas.
Este viernes, la policía había anunciado la incautación de 150 cartuchos de dinamita y una bandera del grupo Isis durante un registro en Sammanthurai, una ciudad cercana. En este lugar se habría grabado el vídeo de reivindicación de los atentados del Domingo de Pascua, según los investigadores. En estos ataques suicidas, contra iglesias y hoteles de lujo, murieron 253 personas.
El líder del grupo que los llevó a cabo los ataques, Zahran Hashim, al que se buscaba desde hacía cinco días, falleció en los atentados, anunciaron este viernes las autoridades esrilanquesas. “Ahora disponemos de información según la cual hay alrededor de 140 personas en Sri Lanka vinculadas al Estado Islámico; podemos y vamos a erradicarlas a todas muy rápido”, aseguró el presidente del país, Maithripala Sirisena.
Mientras miles de agentes participan en amplias redadas en distintas zonas del país, todos los templos católicos permanecen cerrados por motivos de seguridad. El jefe de la policía y el más alto responsable del ministerio de Defensa dimitió en medio de la polémica generada al hacerse público que fueron alertados de la inminencia de ataques yihadistas pero no lo tomaron suficientemente en serio. El turismo, uno de los pilares económicos de Sri Lanka, se vio gravemente afectado. Gobiernos de todo el mundo aconsejan a sus ciudadanos evitar el país.