Desde la Empresa Provincial de la Energía (EPE) señalaron ayer que unos 800 usuarios debieron acudir a algún tipo de acuerdo de pago en toda Santa Fe para poder abonar las últimas facturas de la luz. El dato se da en el marco del notorio incremento con que comenzaron a llegar las boletas tras el aumento que rige desde el primero de febrero fruto de la quita de subsidios del gobierno nacional.
De todas formas, desde la distribuidora eléctrica aclararon que los niveles generales de cobro no cayeron y están en línea con el promedio histórico. Y desmintieron así que se estén produciendo cierres de empresas como consecuencia de la suba.
Las cifras y tendencias se conocen en medio del caso que tomó estado público en las últimas horas vinculado con la empresa Laminación Litoral. A esa pequeña firma de 15 empleados ubicada en Moreno 5832 le habían notificado para esta semana el corte del suministro por falta de pago de sus dos últimas facturas. Pero la resistencia y difusión del caso hizo que finalmente la EPE accediera a dar marcha atrás.
Según señaló anteayer el abogado de la fábrica radicada en la zona sur de la ciudad, Laminados Litoral y la EPE acordaron que las últimas dos boletas se paguen a “valores históricos”. Es decir, con el costo del kilovatio previo al incremento que comenzó a regir desde el primero de febrero. Y también fijaron que el saldo quede registrado como una deuda supeditada a la resolución final que adopte la Justicia en torno a la validez o no del ajuste tarifario.
Sin embargo, desde la EPE aclararon ayer a El Ciudadano que el acuerdo consistió en cobrarle a Laminación Litoral por los últimos dos bimestres (marzo-abril y mayo-junio) el mismo monto que lo abonado por el consumo de enero-febrero; unos 9.500 pesos.
Según la misma fuente, las facturas por el uso de energía en marzo y abril que recibió la fábrica fue apenas mayor: de 13.500 pesos. Mientras que por mayo y junio tenía que pagar 11.000 pesos. Es decir, con esas cifras la deuda acumulada sujeta a la decisión judicial es de 6 mil pesos.
Claro está, los números también son diferentes a los que había entregado la titular de la fábrica afincada en calle Moreno, quien mencionó esta semana que la última boleta fue de 27 mil pesos.
Desde la EPE también sostienen que el inconveniente financiero que atraviesa Laminación Litoral no está vinculado sólo a la suba de la luz –que representaría menos del 3 por ciento de la matriz de costos totales de la fábrica– sino que se suscitan por la competencia que le generó la reciente apertura de importaciones, sobre todo de productos chinos, lo que le trajo una baja del 40 por ciento en las ventas. La firma de zona sur fabrica ollas, cacerolas y paletas de ventiladores.
En ese marco, otra de las fuentes de la EPE consultadas, Marcelo Cassin, el gerente general, señaló que no vislumbra que de ahora en más muchas empresas vayan a acercarse a pedir lo que se concedió a Laminación Litoral.
“Lo que hizo esta compañía es acumular deuda. Cuando la Justicia se expida en los próximos días, seguramente tendrá que pagarla. Ya que hasta ahora todos los fallos en el caso de la luz no detuvieron la suba. Nosotros creemos que es más conveniente adherir a un plan de pago financiado. Ya tenemos unos 800 casos de usuarios en toda la provincia con los que acordamos alguna forma para que puedan abonar. Eso incluye a grandes clientes, pymes, comercios y también algunos residenciales”, sostuvo Cassin.
A la par, desde la compañía estatal también mencionaron que los niveles de cobro están en el promedio histórico. Y desmintieron así que se estén produciendo cierres de empresas producto de la suba energética.
“Es mentira que eso suceda. La luz es una parte de los costos de las empresas. Pero no es el grueso. Lo que más afectó es la devaluación y la apertura que se hizo de la economía. Tampoco es el servicio que más aumentó. La suba del gas fue mucho mayor. Y hay que recordar que por el lado residencial uno de cada tres usuarios tiene la tarifa social”, manifestó el gerente.
Tras eso, Cassin insistió en que la distribuidora eléctrica está abierta para buscarle una solución a cada caso. “A los que nos dicen que no pueden pagar la factura nosotros los vamos a seguir atendiendo. No queremos que se rompa la cadena de pago. Mostrando voluntad de abonar, todos van a llegar con la EPE a un acuerdo según sus posibilidades”, dijo.
El gerente ejemplificó que han tenido empresas electrointensivas que reclamaron por facturas de millones de pesos y han acordado planes de pago. “El que quiere pagar, lo puede hacer”, agregó.
A poner la lupa sobre las importaciones
Mañana a las 16 en la sede de Rosario de la Federación Industrial de Santa Fe se presentará el Observatorio de Importaciones, un centro mixto que integrarán equipos técnicos del Ministerio de la Producción de la provincia y de la Fisfe, cuya tarea será monitorear el ingreso de productos e insumos del exterior que están poniendo en jaque a la producción local.
El ministro de la Producción, Luis Contigiani, y el titular de Fisfe, Guillermo Moretti, encabezarán la presentación en la sede de Entre Ríos 1464, del nuevo ámbito de reunión de información, que relevará con especial atención los efectos en sectores críticos de la producción santafesina que, sacudidos por el impacto del tarifazo en gas y electricidad, quedaron imposibilitados de competir con los precios que llegan del exterior.
“Santa Fe tiene una industria muy diversa, mucho más que Córdoba, que es muy fuerte en la industria automotriz, autopartista y cementera. En nuestra provincia se produce el 100 por ciento de las carrocerías, el 82 por ciento de los productos de la industria del frío, es también muy fuerte en maquinaria agrícola, en plásticos y por supuesto en lácteos”, apuntó el directivo de Fisfe. Tras esa descripción Moretti apuntó que durante todo el año pasado ingresaron 30 mil heladeras y freezers importados, y sólo durante el primer cuatrimestre de 2016 escalaron a 42 mil. Y sobre las carrocerías de ómnibus de larga distancia, marcó que entraron 500 unidades terminadas, la mitad de la capacidad anual de producción local. “De caramelos –se alarmó– entraron 90 toneladas por mes en 2015. Y este año entraron 270 toneladas en enero, 470 en febrero, 350 en marzo y 470 toneladas en abril”.
Frente a ese panorama, que con matices se replica en prácticamente todos los rubros, el Observatorio medirá mes a mes qué ocurre en el mercado y la evolución del cumplimiento de la promesa del gobierno nacional de poner coto a la lluvia de importados durante el segundo semestre que ya comenzó.