El policía Iván A. estaba involucrado en una causa por extraños sucesos en el depósito judicial de vehículos de la Unidad Regional II (URII), departamento Rosario, del que estaba a cargo, que incluyeron incendios y faltantes de rodados que no fueron denunciados. Le cambiaron el destino dos veces: primero fue designado en la comisaría 7a y después en la complicada 12a. Allí oficiaba como subcomisario cuando este lunes, durante un allanamiento a su casa por orden judicial, encontraron una camioneta 4X4 y un Volkswagen Vento que habían sido robados en provincia de Buenos Aires y tenían las patentes cambiadas. Una de esas placas, además, correspondía a un patrullero.
A Iván A., de 41 años, se le formó una causa por encubrimiento, incumplimiento en los deberes de funcionario y lo investigan por hurto agravado, ya que en el caso de la camioneta cuenta con la particularidad de tener una patente perteneciente a un móvil policial declarado como “fuera de servicio por estar inutilizable», describieron los voceros judiciales.
La investigación por presunto robo de autopartes y rodados en el Depósito Judicial de la URII, ubicado en zona sudoeste y a metros de la Jefatura de Rosario de Ovidio Lagos 5250, comenzó con una denuncia radicada en febrero pasado.
En la misma se mencionaba que durante noviembre de 2021 hubo un faltante de vehículos del depósito judicial que no fue denunciada. Pero hay más: un informe del personal de la División Judiciales de dicha regional señaló otras irregularidades, como incendios en el mismo predio que afectaron rodados y tampoco fueron informados.
La causa que indaga esos hechos llamativos está a cargo del fiscal de la Unidad de Violencia Institucional, Gonzalo Fernández Bussy, quien ordenó el allanamiento de la tarde de este lunes al domicilio del subcomisario, procedimiento a cargo de la División Judiciales.
El demorado, como sucede en la mayoría de los casos que no cuentan con resolución judicial, no fue exonerado sino cambiado de destino en la fuerza de seguridad: primero a la seccional 7ª, de Cafferata 342 en barrio Agote y después a la 12ª, de Solís y Casilda en Ludueña, donde actuaba como segundo en la actualidad. Esos pases se dieron entre febrero y marzo pasados.
El allanamiento a la casa del subcomisario permitió encontrar la camioneta Volkswagen Amarok que tenía patente de un patrullero fuera de servicio «por estar inutilizable» y un Vento también con dominio cambiado. Ambos vehículos estaban denunciados como robados durante 2019 en territorio bonaerense.
Además del demorado, hay otros uniformados bajo la lupa policial por las irregularidades con los vehículos del Depósito Judicial.
En principio, fuentes relacionadas a la causa indicaron que el allanamiento al domicilio de Iván A. no tiene relación con otros hechos bajo sospecha en la seccional donde ahora se desempeñaba, que también fue objeto el jueves de la semana pasada de una inspección ordenada por el fiscal de la Unidad de Balaceras Pablo Socca.
Ese operativo lo hizo el personal de la Agencia de Control Policial tras el aviso de que allí estuvo demorado un pesado sospechado por disparos, extorsiones, al menos un homicidio y narcomenudeo que luego recuperó la libertad sin que se informara al Ministerio Público de la Acusación (MPA). El funcionario judicial pidió la lista de agentes que trabajaron entre el 14 y el 17 de mayo últimos.
Esa misma comisaría, que tiene jurisdicción en un sector de la zona noroeste donde los vecinos son blancos de múltiples hechos de violencia armada, fue baleada el 19 de febrero pasado, a la par de otro ataque del mismo tenor a la subcomisaría 24ª, de Juan José Paso 2076 con jurisdicción en zona norte.
En el ataque a la 12ª participó una dupla en moto que disparó unas 15 veces contra el edificio policial; cinco de esos proyectiles hicieron blanco contra uno de los patrulleros que estaba estacionado en la puerta.