Los salarios de los trabajadores en relación de dependencia con mayor nivel de remuneración sufrirán este año un nuevo incremento en la presión tributaria, debido al impuesto a las ganancias. Se trata de entre un 10 y 15 por ciento de los empleados que se encuentran alcanzados por el tributo. Sin embargo, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) agregó que existe “un conjunto adicional de contribuyentes que también sufre las consecuencias de la falta de actualización de mínimos y deducciones”.
Estos son los trabajadores autónomos: pequeños y medianos comerciantes, profesionales independientes, personas que ejercen diversos oficios, pequeños industriales, entre otros, que por diversas causas no pueden incluirse dentro del régimen simplificado.
El Iaraf calculó que los trabajadores autónomos suman, según datos de la Afip, unos 900.000 contribuyentes. “Prácticamente la totalidad de los mismos está sometida desde hace años a una creciente presión en el impuesto a las ganancias”, apuntó el instituto.
El Iaraf completó que, según los parámetros actuales, un trabajador autónomo comienza a tributar el impuesto a partir de ingresos netos mensuales tan exiguos como 2.592 pesos en el caso del soltero y de 5.472 pesos para el casado con dos hijos.
El documento elaborado por Nadin Argañaraz y Andrés Mir consideró que la falta de adecuada actualización de los mínimos y deducciones que estos contribuyentes pueden computar, sumado al congelamiento de los tramos de la escala de cálculo del tributo, han producido constantes y significativos incrementos en la alícuota efectiva que deben tributar. “Ha llevado a que actualmente un trabajador autónomo comienza a pagar la tasa máxima del tributo (35 por ciento) a partir de ingresos netos mensuales tan escasos como 12.592 pesos para el soltero y 15.472 pesos para el casado con dos hijos”, mencionó.
El Iaraf tomó el tipo de cambio oficial, y analizó que en Argentina un trabajador autónomo comienza a tributar la mayor tasa posible del impuesto con ingresos netos mensuales inferiores a 1.500 dólares, mientras que en otros países de la región como Perú, Chile o Uruguay la mayor tasa se alcanza con ingresos netos mensuales de entre 6.000 y 14.000 dólares.
El informe calculó los valores de impuesto mensual y tasa efectiva promedio que los trabajadores autónomos afrontarán en 2015, bajo el supuesto de un incremento de ingresos nominales del 25 por ciento. “Ante la falta de ajuste de las deducciones y los tramos de escala, se traducirá en un aumento notablemente superior del impuesto mensual promedio, el cual se ubicará entre el 30 y el 65 por ciento”, estimó.
El Iaraf agregó que este aumento más que proporcional de la obligación tributaria originará un nuevo salto en la presión medida en base a la tasa efectiva promedio –impuesto anual/ingreso neto anual– la cual se verá incrementada hasta en un 30 por ciento respecto al año anterior. “Con el agravante de que el aumento será proporcionalmente más significativo para los niveles de ingreso más bajos que para los más elevados con la consecuente pérdida de progresividad del tributo”, acotó.
Por último, el documento ejemplificó que un trabajador autónomo que perciba en 2015 un ingreso neto promedio mensual de 32.500 pesos deberá destinar al pago del impuesto a las ganancias más del 25 por ciento de sus ingresos netos.