Una pesadilla. Esa podría ser la síntesis de lo que vivieron anteanoche pasajeros que estaban a bordo de un interno de la línea 116 del transporte urbano de pasajeros, y fueron sorprendidos por dos adolescentes con fines de robo. El hecho ocurrió en la zona oeste, a pocas cuadras del estadio mundialista de hockey y del límite entre las ciudades de Rosario y Funes. Según voceros del caso, uno de los asaltantes tenía un cuchillo con el cual comenzó a amenazar a los pasajeros, quienes en un momento lo redujeron y le propinaron una violenta golpiza. Pero la fallida acción delictiva tuvo un segundo acto, protagonizado por allegados del muchacho golpeado, quienes apedrearon el micro. Ante esto, el chofer aceleró con la intención de escapar, por lo que se produjo una persecución por las calles del barrio Gráfico que finalizó en el aeropuerto Islas Malvinas, donde un efectivo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria puso bajo arresto al adolescente, quien luego fue internado en un centro de salud a causa de las lesiones que le produjeron los pasajeros.
“Fue terrible, por casualidad no fue una masacre”, relató Oscar, uno de los pasajeros que viajaba ayer cerca de las 21.40, en interno 121 de la línea de transporte de pasajeros 116 que fue asaltada y apedreada. Según el testigo, dos jóvenes subieron al colectivo pasadas las 21.30, en la parada de la plazoleta de barrio Gráfico, ubicada en la intersección de Bernheim y Urizar, casi al final del recorrido. El par de muchachos caminó hasta el fondo del coche y unas cinco cuadras al oeste, más precisamente en la intersección de Calasanz y Gallegos, uno de ellos desenfundó un cuchillo que llevaba entre la ropa e increpó al chofer para que le entregara el celular, mientras su compañero le sacaba un bolso a un pasajero que viajaba en el primer asiento y se daba a la fuga. “Cuando el segundo chico se bajó y salió corriendo, el conductor cerró la puerta, dejando al del cuchillo encerrado”, contó Oscar.
El pasajero relató que el joven asaltante, por la imposibilidad de escaparse, intentó acuchillar al conductor del ómnibus. Ante la agresión, el hombre al que le habían robado el bolso, junto con otros dos pasajeros, se abalanzó sobre el adolescente, y entre los tres lo golpearon.
“El chico tiraba puntazos para todos lados y no paraba. Por eso le pegaron tanto”, contaron voceros del hecho, quienes además precisaron que ni bien comenzó la pelea varios pasajeros llamaron al 911 solicitando ayuda.
Sorpresa y piedras
“Los minutos pasaban y la Policía no aparecía, nos era muy difícil tener al chico quieto. Pero la cosa se complicó cuando empezaron a llegar familiares y amigos del ladrón, tirando piedras y rompiendo las ventanas con palos”, relató una de las víctimas. Fue en ese momento que el chofer se vio obligado a arrancar el colectivo, a gran velocidad, para intentar deshacerse de los agresores.
Fuentes del caso señalaron que, ante la huida del ómnibus, dos motocicletas comenzaron a seguirlo, intimando al conductor para que detenga su paso. Incluso una de las motos cayó a un zanjón luego de ser encerrada por el interno de la línea 116, que se dirigía hacia el oeste.
Máxima velocidad
“Era una locura, el colectivo iba como a cien kilómetros por hora. Tuvimos que tomar un puente y solamente quedamos a salvo cuando entramos al estacionamiento del aeropuerto”, relató Oscar, quien explicó que, cuando estaban en la zona del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas, tres efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria intervinieron, arrestando al adolescente.
Luego de que terminara el violento periplo, el joven ladrón fue trasladado en ambulancia al hospital Carrasco, donde quedó en observación, producto de las heridas que le generaron los golpes de los pasajeros.
“Desde el aeropuerto nos tuvimos que ir en autos particulares y la Policía en ningún momento nos prestó ayuda ni nos escoltó. El único efectivo que se comunicó con nosotros minimizó lo ocurrido, de una forma muy soberbia”, se quejó Oscar, añadiendo que cuando abandonaron la aeroestación los motociclistas aún estaban en la puerta. “No sabíamos si íbamos a poder llegar a nuestras casas, porque nos podían haber matado”, terminó diciendo el hombre.
Acompañamiento nocturno
En tanto, voceros de la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (Semtur), empresa a cargo de varias líneas de transporte urbano de pasajeros, entre ellas la 116, señalaron que se trabaja en forma permanente con los choferes, los delegados, el Ministerio de Seguridad y la Policía provincial para dar protección tanto a quienes conducen los micros como a los pasajeros. Y en el caso puntual del incidente ocurrido anteanoche señalaron que varios servicios –entre ellos el que presta la línea 116– cuentan con acompañamiento policial, pero más cerca de la medianoche.
Según voceros de la Unidad Regional II, el muchacho, de 15 años, quedó en principio alojado en la subcomisaría 22ª, que tiene jurisdicción en la zona donde se produjo el hecho, y a disposición de la Justicia. En tanto, fuentes del hospital señalaron que el chico fue dado de alta en la mañana de ayer, y se retiró del centro de salud acompañado por su madre.