En Rosario crece el número de corredores amateurs, una actividad que suma adeptos por sus beneficios para la salud física y mental. Graciela Klekailo corre desde 2017, se anota en una maratón por año pero en pocos días participara de la que, admite, es «la de su vida»: la competencia amateur organizada como parte de los Juegos Olímpicos de París 2024. Es el resultado de una voluntad puesta para sumarse a esa competencia que comenzó a organizarse en 2022. Se anotaron 450 mil corredores y tras una serie de pruebas exigentes a distancia, y un sorteo posterior entre quienes pasaron la primera etapa, tan solo quedaron 20.024. Será en la noche parisina del sábado 10 de agosto, como antesala del cierre de los Juegos. Klekailo es licenciada en Genética, docente e investigadora en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
También directora del Observatorio Ambiental de la UNR y docente del profesorado de Biología en Nuestra Señora del Huerto, la investigadora y deportista vive en Rosario pero llegó a la ciudad en 2009. “Nací y estudié en Misiones, vine a los 28 años a hacer el doctorado y me quedé”, explica. Corre desde hace siete años. Es una actividad que complementa con su profesión. Y ambas le suman gratificaciones.
“Empecé por cuestiones de salud y hoy por hoy es una actividad que me deja muchos beneficios. Corriendo uno se relaja, puede pensar, olvidarse del estrés diario. Es muy completa”, contó a El Ciudadano. Confió que disfruta más de las distancias largas, una categoría que requiere entre 5 y 6 meses de entrenamiento para que el cuerpo esté en sintonía con una alta exigencia durante 3 o hasta 4 horas.
Graciela suele correr una maratón por año. Pero la de este 2024, reconoció, es “la maratón del año y de mi vida”.
Por primera vez, los corredores aficionados podrán participar de un maratón olímpico, el Maratón pour Tous. Lo harán en la misma pista que los atletas clasificados para los Juegos de París 2024. La capital francesa fue por primera vez sede del mayor encuentro global deportivo en 1900, en la segunda edición después de la de Atenas 1896. Y de nuevo en 1924. Pasó un siglo desde entonces, y por eso, a modo de celebración de esa cifra redonda, se organizó el maratón de la que participará Klekailo. Serán 42 kilómetros, el sábado 10 por la noche, en la misma pista en la que los atletas «oficiales» correrán el maratón masculino la mañana del mismo día y el femenino durante la mañana del domingo, día en que finalizan los JJOO.
Graciela, como el resto de los participantes en la singular prueba, se anotó por medio de una aplicación. Por medio de ella, y con la asistencia de dispositivos tecnológicos, tuvo que sortear desafíos y así sumar puntos. “Los desafíos otorgaban puntos que después se convertían en chances para participar de un sorteo. El primero era correr cinco kilómetros, después había otros más exigentes como correr 100 kilómetros en una semana. Y también más divertidos, como registrar una carrera el primer día del año. Si cumplías los desafíos, te daban los puntos”, recordó esa larga previa. El 5 de abril último, recibió el correo electrónico tan esperado: tenía un lugar para participar y 48 horas para aceptar. “Dije que sí enseguida, es la experiencia de mi vida”, afirmó. Después, tuvo que encarar otro desafío, también superado: conseguir los fondos para viajar.
