A menos de una semana de que Cristina Kirchner anunciara su candidatura a legisladora provincial en Buenos Aires, el juez Jorge Gorini, integrante del Tribunal Oral Federal 2 que la condenó en primera instancia en la Causa Vialidad, visitó una dependencia de la Policía Federal ubicada en Cavia y Figueroa Alcorta, en Palermo Chico, para validar el lugar para una posible detención de la expresidenta.
Los caminos posibles
El representante del Ministerio Público, el procurador interino Eduardo Casal, respaldó a sus colegas de primera y segunda instancia al reclamar que se aplique la figura de asociación ilícita y se doble la condena a doce años de prisión. Además, sugiere que se revoquen las absoluciones de Julio De Vido, Héctor Jesús Garro y Abel Fatala.
Sin embargo, el dictamen de Casal no es vinculante y la Corte ahora tiene dos caminos posibles que, a su vez, abren otras bifurcaciones.
Una opción es que los jueces rechacen la queja de la fiscalía con el artículo 280 por considerar que Casación hizo bien en denegar la apelación. La otra opción es que decidan abrir la queja y leer la sentencia. Una vez abierta la queja, en este caso sólo puntualmente la del Ministerio Público Fiscal, se vuelven a bifurcar los caminos. La Corte puede fallar dándole la razón o no.
Otro camino posible, es que la Corte trate todas las quejas juntas y el expediente pase a estar integrado, ya que hay otras diez quejas en total de todas las defensas, sobre las que los supremos deben definir con el mismo mecanismo.
Para que el fallo quede firme, la Corte debe rechazar todas las quejas.