Ante las declaraciones del precandidato a gobernador por el Frente Progresista, Miguel Lifschitz, sobre el crecimiento del narcotráfico y la falta de estrategias a nivel nacional para combatir este flagelo, Roberto Sukerman, precandidato a intendente por el Frente Justicialista para la Victoria aseguró que «sin los 2000 agentes de Gendarmería, Rosario hubiese colapsado y Mónica Fein no terminaba su mandato. Lifschitz no solo se equivocó con respecto a quién tenía que elegir como sucesora, sino que poco hizo como senador departamental por la seguridad de los rosarinos».
En ese sentido, el concejal, remarcó que «el abandono por parte del Municipio de los jóvenes de los barrios, a quienes prefirieron estigmatizarlos en vez de generar políticas de contención, y la profileración de búnkers, son responsabilidad absoluta de una intendencia ausente, carente de acciones concretas. Por otra parte, cuando arribó gendarmería a la ciudad, Fein se comprometió, junto a su espacio político, a realizar profundos cambios en la policía y a establecer un plan de acción. Ambas cosas jamás se realizaron».
Asimismo, Sukerman señaló que «la estrategias trazadas no solo tienen que ver con la afluencia de agentes federales sino con acciones concretas por parte de la Provincia y la Intendencia que nada hacen en este sentido. La participación de Gendarmería en Rosario debe estar acompañada de una política de seguridad integral, de cambios profundos en la fuerza y de un intendente que esté al frente de los problemas de los ciudadanos que no necesitan escuchar una y otra vez la victimización constante en que incurren aquellos que son elegidos para solucionar, entre otras cosas, la inseguridad con que se vive en toda la ciudad».