El balance de empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa) muertos por ataques israelíes contra la Franja de Gaza aumentó a 88, según un comunicado conjunto de organismos humanitarios de la ONU, cuyo secretario general, António Guterres instó a un inmediato cese del fuego al alertar que el enclave se está convirtiendo en «un cementerio de niños».
«El número de trabajadores de organizaciones humanitarias muertos desde el 7 de octubre, incluye 88 empleados de la Unrwa. Esta es la mayor pérdida de la ONU jamás registrada en un solo conflicto», señaló el texto, reproducido por la agencia de noticias Sputnik.
El comunicado fue firmado por el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths; el director general da la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Catherine Russell, entre otros.
Los firmantes emitieron en la noche de este domingo una inusual declaración conjunta expresando indignación por el número de muertos civiles en Gaza y pidiendo un «alto del fuego humanitario inmediato» en la guerra.
«Durante casi un mes, el mundo ha estado observando la situación que se desarrolla en Israel y el territorio palestino ocupado con conmoción y horror ante el creciente número de vidas perdidas y destrozadas», dijeron las autoridades, de acuerdo a un reporte de la agencia de noticias AFP.
En Gaza, «una población entera está asediada y atacada, se le niega el acceso a lo esencial para sobrevivir, se bombardean sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable», sentenciaron.
En la declaración se pidió que Hamás libere a los más de 240 rehenes que tomó en su ataque y a ambas partes respetar sus obligaciones según el derecho internacional mientras la guerra continúa.
Horas más tarde, Guterres exhortó también a un inmediato cese de hostilidades y advirtió que el incesante bombardeo israelí sobre el territorio palestino de la Franja de Gaza se está convirtiendo en un «cementerio de niños».
«La catástrofe que se está desarrollando hace que la necesidad de un alto el fuego humanitario sea más urgente a cada hora que pasa», declaró en rueda de prensa en la sede de la ONU, en Nueva York.
«Las partes en el conflicto -y, de hecho, la comunidad internacional- enfrentan una responsabilidad inmediata y fundamental: detener este sufrimiento colectivo inhumano y ampliar dramáticamente la ayuda humanitaria a Gaza», reforzó.
Guterres fue más allá al sostener que «la pesadilla en Gaza es más que una crisis humanitaria. Es una crisis de humanidad».
Luego lanzó formalmente un llamamiento para desplegar un paquete de ayuda humanitaria de la ONU por 1.200 millones de dólares para atender a 2,7 millones de palestinos que viven en toda la Franja de Gaza y los territorios de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados por Israel.
Camiones de ayuda han llegado a Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah, pero el nivel sigue muy por debajo del que había antes del 7 de octubre.
Israel alega que necesita tiempo para ejercer los controles de seguridad de los vehículos y que no llevan combustible.
«Sin combustible, los recién nacidos en incubadoras y los pacientes con soporte vital morirán», concluyó Guterres, citado por las agencias de noticias Ansa y AFP.
El 7 de octubre pasado el movimiento islamista palestino Hamas concretó un ataque sin precedentes en territorio israelí que dejó alrededor de 1.400 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
En la incursión, además, secuestró a casi 250 personas, una veintena de ellas de nacionalidad argentina.
Desde entonces, Israel ha respondido con incesantes bombardeos e incursiones terrestres que mataron al menos a 9.770 personas, también en su mayoría civiles, muchos de ellos niños y mujeres, según informes del Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamas, y también de Unicef y otras ONGs humanitarias.