Las cuentas públicas muestran que en julio, de no haber sido por las transferencias de las utilidades del Banco Central, el superávit fiscal habría sido de 845 millones de pesos, sólo un 9 por ciento más que en el mismo mes del año pasado cuando, en medio del coletazo de la crisis internacional, había caído un 80 por ciento para ubicarse en 776 millones de pesos.
A su vez, los datos fiscales de julio reflejaron un incremento del gasto primario de 34 por ciento en la interanual, “magnitud por encima al promedio de los primeros 7 meses (31 por ciento) y 11 puntos por encima de las estimaciones de inflación del período”, sostiene un informe de la consultora Econométrica. En ese sentido, señala que “la política fiscal expansiva continúa cuando la economía ya no lo necesita dado que crece al 8 por ciento en 2010, principalmente por impulso privado”.
Según surge de los datos del Ministerio de Economía, en julio los ingresos crecieron un 46,5 por ciento en la comparación con julio del año pasado, cuando pasaron de 22.309,7 millones de pesos a 32.692,7 millones de la moneda nacional. No obstante, si no se hubieran contabilizado los recursos originados en las ganancias del Banco Central, los recursos habrían aumentado un 32,8 por ciento, hasta los 29.627 millones de pesos. Este giro forma parte de una transferencia total de 18.000 millones de pesos que hará en lo que resta del año la entidad monetaria, por las utilidades generadas en 2009.
Maximiliano Castillo, de la consultora ACM, explicó que “las cuentas públicas están en rojo, el gobierno necesita cada vez con mayor intensidad del financiamiento del propio sector público”. En ese sentido, señaló que “los resultados se están logrando con un nivel de actividad récord, que está potenciando la recaudación de ingresos tributarios, que es difícil que se mantenga en los próximos trimestres, lo que generará una natural desaceleración de los ingresos, ampliando las dudas sobre las perspectivas fiscales”.
La advertencia de este economista radica en que, a pesar de estar en niveles elevados de actividad económica, el resultado de las cuentas fiscales sigue evidenciando un deterioro que, en vísperas de un año electoral, tal como es el próximo, difícilmente se modifique y hasta se complique todavía más.
El dato resaltado por el gobierno es que el superávit primario de julio (esto es, antes del pago de intereses y amortizaciones de la deuda) fue de 3.910,5 millones de pesos, un 410,8% más que en el mismo mes del año pasado. Pero ese resultado esconde el monto transferido por la entidad monetaria, en manos de Mercedes Marcó del Pont, por 3.065,5 millones de pesos durante julio.
En los meses que restan de 2010, quedan alrededor de 15.000 millones de pesos que el Banco Central puede transferir al Tesoro. Con estos giros, en el Palacio de Hacienda pueden respirar con tranquilidad de que este año se va a terminar con superávit fiscal. En el acumulado de los primeros siete meses del año, el resultado primario llegó a 14.982,7 millones de pesos. Así, si bien se va a terminar 2010 con números superavitarios en las cuentas, éstas esconden que, hace tiempo, la generación de un resultado genuino quedó atrás.