Sergio López, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario, fue la voz cantante este jueves de las quejas que el sector tiene para con la industria que los provee: están recibiendo listas de precios con aumentos por goteo pero en cascada pese a los acuerdos firmados con la Secretaria de Comercio, por los que se retrotrajeron valores al 6 de marzo. O con subas mayores a las autorizadas. «Accedimos a participar del programa de Precios Máximos con el compromiso de la industria”, lamentó el dirigente de los comercios sobre la imposibilidad de sostener ese compromiso.
“Las empresas empezaron a aplicar algún tipo de retoques en las listas no autorizados por la Secretaría“, recreó el camino abierto tras un primer momento de respeto a lo pactado. Y expuso que se sienten como el jamón del sandwich: “Es una situación compleja, porque no podemos trasladar los aumentos, y la industria, por medio de quita de bonificaciones o por aumento superiores a lo acordado, no nos entrega a los precios máximos”.
La secuencia, describió López, es siempre la misma: algunas firmas arrancan con las subas y, enseguida, el resto acompaña en cada rubro.
El gobierno ya admitió algunos corrimientos. En agosto, autorizó un aumento promedio de entre el 3 y el 4 por ciento. Fuera de esos papeles, lo que pasó, dijo el titular de la Cámara empresaria, fue una suba que duplicó los permisos: de un 8 a un 10 por ciento. Y a ello se suman las picardías: “La quita de bonificaciones, que son porcentajes que trasladamos al precio (a la baja) para ser mas competitivos”.
Por qué hay góndolas raleadas
López pidió comprensión a los clientes porque, señaló, muchos de los dueños de los súper optan por no comprar los artículos que les llegan con subas desmesuradas para no transgredir los programas de precios máximos acordados con el gobierno nacional.
“Queremos cumplir, pero se hace muy complejo», insistió. Es que muchos de esos productos que reciben con subas por fuera de las pactadas son productos esenciales. Como aceite, harina y azúcar.
Otra de las artimañas que explicó el supermercadista es encubrir los aumentos con modificaciones a costos colaterales. Una láctea de primer nivel que no quiso mencionar, por ejemplo, comenzó a cobrarles un costo logístico que antes no facturaba y que no autoriza la Secretaria de Comercio.
Hecho el acuerdo, hecha la trampa
El gobierno nacional confirmó una nueva extensión del programa “Precios Máximos” hasta el próximo 31 de octubre. Lo oficializó en la Resolución 254/2020, publicada el lunes pasado. Por lo que reprochó López, su efectivo cumplimiento en las góndolas es incierto.