Las unidades penitenciarias están colapsadas de hace varios años. Esta problemática tiene múltiples factores y cruza transversalmente a distintos poderes del Estado. Desde el Servicio Público de la Defensa enfrentan una cruzada para intentar paliar esta situación cuyo incremento se volvió exponencial este último año y se puede palpar el las comisarías de la ciudad que se encuentran desbordadas de detenidos. El defensor regional de Rosario Martin Riccardi contó que las condiciones son de hacinamiento en lugares que no están preparados para alojar personas detenidas. No hay asistencia básica de ningún tipo y los empleados policiales se convierten en guardiacárceles. Graficó que las comisarías se convirtieron en “depósitos de personas” y estimó que la situación empeorará si no se encuentra una salida o se descomprime esta problemática hacia el verano donde las altas temperaturas agudizarán el conflicto.
Riccardi explicó que este año hubo un incremento de las personas detenidas en las seccionales. El cupo en la ciudad es de 142 y actualmente hay unas 415 personas detenidas, un número dinámico que se modifica constantemente, explicó.
El defensor hizo un poco de historia en el tema y refirió que el ahora electo gobernador Maximiliano Pullaro era ministro de seguridad cuando se creó el ORDER, un lugar de alojamiento provisorio de detenidos que esperan la imputación. Luego de la audiencia, estas personas — si quedan en prisión preventiva — se reubican en unidades penitenciarias bajo la órbita del Servicio Penitenciario, explicó. En cuanto a las comisaría se reestructuró en megacomisarías.
El funcionario dijo que las cárceles están sobrepobladas, a modo de ejemplo contó que Piñero tiene cupo para 1452 personas y hoy ronda las 2200 personas. En total las cárceles de la provincia cuentan con 8700 personas privadas de la libertad.
A ello sumó que este año, especialmente a partir de abril, hubo un incremento exponencial de detenidos. Por lo que muchas de esas personas quedan alojadas en comisarías, instituciones que no están preparadas para ello. En enero había 23 detenidos en comisarías y a octubre el número escaló a 415, refirió.
Los factores
Para el defensor regional el aumento tiene varios factores, por un lado la falta de previsión del incremento anual de detenidos por parte del Servicio Penitenciario y por el otro hay muchos alojados que tienen procesos abiertos en la Justicia Federal. Otro de los ítems que cito es el aumento del dictado de las prisiones preventivas. De 10 audiencias diarias que se llevan adelante en el sistema penal provincial, en 8 los imputados quedan detenidos, antes había entre 4y 5 audiencias de prisión preventiva y hoy ese número se duplicó, aseguró.
Es decir que el 80 por ciento queda detenido de lunes a lunes. Por lo que si hay 10 detenidos y hay lugar para 2 en una comisaría. Hay 8 que exceden el cupo, se reubican dos o tres, por lo que tenés un defasaje de 5 personas por día. A ello sumó las altas penas que se dictan en el marco de los juicios orales.
Habeas corpus
Desde la Defensa Pública presentaron habeas corpus colectivos e individuales por comisarías, algunos de ellos con sentencia favorable, otros en trámite. Se reactivó una acción general a fin del año pasado y se presentaron acciones en las comisarías 12, 32, 21, 5, 15, 2, 16.
Dijo que las principales dificultades que enfrentan son: falta de asistencia médica, problemas edilicios, falta de espacio para alojar detenidos, de colchones, comida deficiente, problemas en la higiene, situaciones de hacinamiento, entre otras cuestiones dijo el Defensor.
Contó que en las inspecciones sorpresivas que realiza el Servicio Público de la Defensa encuentran gente durmiendo en el patio, a la intemperie, las viandas son asquerosas y las personas se alimentan con lo que le llevan las visitas pero hay gente que no tiene.
Las condiciones paupérrimas en que están detenidos hace que haya una restricción a las condiciones de detención, por ejemplo hay una seccional que las visitas ven a sus allegados detrás de un alambrado porque no hay lugar, refirió.
Explicó que en las comisarías no hay condiciones de seguridad para tener detenidos y no hay policías en la calle porque el personal se convierte en guardiacárcel, contó.
El funcionario dijo que el incremento comenzó post pandemia y ahora todo está colapsado. El Servicio Penitenciario no tiene cupos, el ORDER también está desbordado y hay un habeas corpus en trámite por la situación en la que se encuentra. Dijo que las celdas son dobles y contra las normativas internacionales que fijan cantidad de personas por metros cuadrados, alojan tres personas por celda, lo que equivale que una de ellas duerma en el piso.
Explicó que es constante el incumplimiento a la orden judicial. El incremento en las detenciones hace que el número sea dinámico y tienda a aumentar continuamente, así que cuando se logra reubicar a algunas personas hay nuevas detenciones y se vuelve a colapsar. El funcionario avizora que todos estos problemas generarán mayor conflicto durante el verano.
A modo de ejemplo contó que tras una imputación con dictado de prisión preventiva la persona vuelve a la comisaría y muchas veces queda ahí por meses hasta que la reubican, lo que está prohibido.
El funcionario entiende que hay que buscar canales alternativos. Dijo que todos los días hacen inspecciones, litigan por mejorar las condiciones de detención y hay dos oficinas del Servicio Público de la Defensa avocados a esta problemática.
Es una crisis nunca vista en relación a la superpoblación. Hoy las comisarías “son depósitos de personas” aseguró.