Radica en Uruguay desde los tiempos de la pandemia y con algunos problemas con el fisco argentino por el no pago de impuestos a la riqueza, Susana Giménez pisó nuevamente suelo argentino, ese mismo que la hizo millonaria, primero para ser parte de la tapa de los personajes del año de la revista Gente y poco después invitada en Tucumán a formar parte de una fiesta popular que finaliza este domingo y cuya presencia generó gran repudió en un sector de la sociedad y la política.
Giménez fue una de las invitadas de la 50ª edición del Festival Lules Canta la Patria, en esa localidad tucumana, donde además se presentaron artistas como Abel Pintos y La Beriso, entre otros. Sin embargo, algunos sectores se mostraron disconformes con el paso de la conductora por la celebración y emitieron un duro comunicado. Ella, horas más tarde y entre otros dichos, dijo que vive en Uruguay porque Argentina “tiene mala energía”.
Al llegar a Buenos Aires, Giménez, conocedora del medio y teniendo en cuenta que su visita al norte del país implicó un contrato y el pago de una suma de dinero cuyo monto no trascendió, aseguró sin embrago que no tiene problemas con nadie y que incluso su vestuarista es kirchnerista, como si ese comentario pudiera correr otros tantos suyos en contra del país y de los gobiernos peronistas, y recordando particularmente la vez que dijo que Argentina se había convertido en “Argenzuela”.
“Manifiesta ideología diametralmente opuesta a la del peronismo. A días de un nuevo aniversario del regreso del General Perón (por el pasado 17 de noviembre Día de la Militancia), conseguido con la lucha y el sacrificio de la militancia peronista, nos resulta inaceptable y repudiable, que se contrate a Susana Giménez, como atracción del festival musical de Lules”, decía parte del comunicado bajo el título “repudio”, realizado desde Proyecto Nacional (PN) en rechazo a la invitación realizada por el municipio, a cargo de Carlos Gallia, casualmente también peronista, lo que disparó una larga lista de comentarios y editoriales en los diarios de la provincia donde se declaró la Independencia, sobre todo si se tiene en cuenta que la diva de los teléfonos recibió el reconocimiento de la Frutilla de Oro y el nombramiento de Ciudadana Ilustre del lugar.
Tras regresar a Buenos Aires para volver a Uruguay, en un móvil del programa LAM (América), Giménez expresó: “No se puede mezclar la política con el arte, no tiene nada que ver”. Y sobre su singular ideología, al parecer ahora aggiornada, agregó: “Yo no soy peronista, pero amo a Evita. Soy Evitista”.
Sobre la polémica específica en Tucumán, aseguró que no había leído el comunicado y sumó: “Debe ser un kirchnerista que lo escribió pero no tengo problema con nadie. Mi vestuarista, que la adoro, es kirchnerista, viajamos por el mundo juntas y nunca discutimos por nada. Eso es con lo que hay que terminar, si no, sigue la grieta”.
Instalada tiempo completo en Uruguay, hace un tiempo había hablado de su decisión: “Me envidian, todos se quieren venir para acá. Ahora Ricardo (Darín) se hizo residente. Todos se quieren venir a este país porque es un placer, es muy pacífico todo y la gente es muy adorable, uno se siente muy bien”.
Además, se había referido a su popularidad en el vecino país gracias a su programa de televisión: “No te olvides que durante treinta años o más, el programa vino en directo para acá. Entonces yo he estado en la casa de todos toda la vida, eso es lo que pasa también, soy como de la familia”.