Todo indica que éste no será un verano tranquilo para la diva de los teléfonos que se aprestaba a descasar entre Miami y Punta del este como lo hace habitualmente. En las últimas horas se conoció que la Justicia penal de La Plata investiga una denuncia por presunta extorsión a Susana Giménez, tras conocerse que una persona pretendió cobrarle 8 mil dólares a la actriz y conductora a través de un periodista para no difundir cuatro videos eróticos de su nieta, Lucía Celasco, la del perfil más alto de la familia aunque un poco alejada de las cuestiones familiares.
De acuerdo a los voceros, el único imputado es el periodista de espectáculos Pablo Silva, que trabajó en Crónica y en El Sensacional, quien días atrás contactó a Inés Hernández, productora de Susana, para advertirle que una persona le había ofrecido por Whatsapp supuestos videos hot de Celasco y que ofrecía no difundirlos a cambio del pago de 8 mil dólares.
Tras esa llamada, trascendió en la últimas horas, que el domingo pasado la fiscal platense Cecilia Corsi ordenó allanar la casa de Silva y que personal de la Dirección de Cibercrimen registró su domicilio en la localidad bonaerense de Villa Ballester, partido de San Martín. Los efectivos se llevaron celulares, computadoras y hasta una play station que serán analizados por los peritos.
En declaraciones formuladas a Télam, el abogado de Silva, Darío Saldaño, explicó: “Mi cliente fue contactado el sábado por un personaje mediático que le ofreció comprar videos íntimos de Celasco. Él le contestó que actualmente no estaba trabajando y que no le interesaba el material”. Y completó: “Mi cliente llamó a la productora de Susana para informarle lo que ocurría, pero ella le dijo que para molestar a la conductora necesitaba pruebas”. También contó que Silva se las solicitó al personaje mediático, cuya identidad no quiso revelar, éste le hizo llegar a través del Whatsapp una captura de pantalla “en la que se ve claramente que la protagonista de los videos es Lucía”, según explicó.
El letrado sostuvo también que Silva reenvió esa imagen a la productora, quien le dijo que estaba en Uruguay y que no tenía tiempo para trasmitirle eso a Susana, porque “él se desentendió del tema”.
“Lo hizo de comedido porque creyó que era mejor que los videos estuvieran en manos de la diva”, expresó el abogado y apuntó que al día siguiente, la vivienda de su cliente fue allanada tras una denuncia radicada en La Plata, “por un abogado del estudio de Fernando Burlando en en nombre de Susana Giménez”, porque la productora se encontraba en la capital bonaerense cuando se produjo el presunto intento de extorsión.
“Ayer me llamaron diciendo desde el estudio de Burlando que si yo decía quién tenía los videos se terminaba todo. Silva no quiere decir quién es todavía pero lo dirá y aportará todos los datos si en el marco de este proceso se le ofrecen garantías. Mi cliente no tuvo nada que ver. Todo lo que hizo fue de comedido y está documentado en Whatsapp”, abundó.
Los voceros judiciales indicaron que esos videos datarían de hace unos cuatro años y habrían sido “robados” de iCloud, que es la nube en la red donde se guardan automáticamente las imágenes tomadas desde un iPhone o iPad.