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Suspenden la ley cerrojo

La Cámara de Senadores lo decidió por 45 votos contra 10. El gobierno de Cristina Fernández reabre el canje de deuda que había dado por cerrado en 2005 y de esa manera busca la reinversión en el país

La Cámara de Senadores suspendió ayer por el término de un año la denominada ley Cerrojo por 45 votos a 10, lo que permitirá la reapertura del canje de deuda por más de 20 mil millones de dólares. El proyecto tuvo el respaldo del bloque oficialista, aliados y del radicalismo –que aprobó en general, pero votó en disidencia en uno de sus puntos– aunque fue criticado por el peronismo disidente y por el socialismo.

En 2005, el Congreso aprobó la ley 26.017, a expreso pedido del ex presidente Néstor Kirchner, para impedir la reapertura del canje de la deuda que realizaba su gobierno y que ofertaba el 65 por ciento de la quita.

La entrega de nuevos bonos a los acreedores que no ingresaron en el primer canje es el paso siguiente para que el gobierno nacional profundice sus negociaciones para reingresar al mercado de capitales.

El objetivo oficial es avanzar antes de fin de año con la apertura del canje de unos 20 mil millones de dólares que quedaron en default cuando un grupo de bonista no aceptó la operación de 2005.

De este modo, el oficialismo logró saldar una parte de las leyes económicas que el Ejecutivo pretende sancionar antes del recambio legislativo del 10 de diciembre, y que se cerrarán con el tratamiento de las leyes de modificación del monotributo y de la prórroga de la emergencia económica la semana próxima.

El presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Fabián Ríos, afirmó que la reapertura del cerrojo se trata de “una medida que apunta a generar la reactivación de la inversión interna en la Argentina”.

En tanto, afirmó que “no se va a pagar comisión” a los operadores y abogados de los tenedores de bonos que se incorporen al nuevo canje. Aunque al mismo tiempo aclaró que no pueden fijar esa iniciativa por ley al señalar que “entorpece las negociaciones”.

Pero aclaró que “queda específicamente el compromiso del gobierno” a que no se pague el costo de las operaciones financieras. 

Por su parte, el jefe de la bancada radical, Gerardo Morales, destacó que la iniciativa “le va a permitir a la Argentina volver al mercado de capitales”, y subrayó como importante “que no se negocie en mejores condiciones que en 2005”.

 “Seguramente no se va a lograr el cien por ciento del canje pero es una señal positiva e importante”, afirmó Morales, en el corto debate que se realizó en el recinto de la Cámara alta.

El jujeño sostuvo que esta medida “va a permitirle un mayor flujo de recursos” para el Gobierno nacional y criticó al ex presidente Kirchner, quien ayer acusó a la oposición de “trabar la gestión” para “intentar volver al gobierno”.

“Al propio Néstor Kirchner lo escuché que dijo que somos la máquina de impedir. Este tipo de cosas son los que nos van a permitir mejorar nuestra economía y que la acompañamos a pesar de las diferencias que tenemos”, afirmó.

 Por su parte, el justicialista disidente Juan Carlos Romero precisó que la reapertura del canje “es una muestra de fracaso del gobierno nacional, ya que hasta el nombre estuvo errado, por que ayer se demuestra que no hubo ningún cerrojo”.

“Agotada la búsqueda de recursos en el orden interno con la plata de los jubilados, del Banco Central y del Banco Nación y abrumado por las obligaciones, ahora el gobierno pretende restablecer la relación con el maldito capitalismo perverso», agregó.

GIUSTINIANI ACUSA: “FUE UN PEDIDO DEL FMI”

El senador socialista Rubén Giustiniani, que votó en contra, afirmó que el rechazo a la reapertura de la ley cerrojo fue en línea a la postura que tuvo el socialismo en el momento del canje de la deuda debido a que consideran que es el Congreso el que debe tratar sobre la deuda externa. En ese sentido, sostuvo que la inicativa del gobierno es producto de “una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI)” y dijo que mantiene vigente la “ortodoxia de los noventa”. “Una estrategia que evita el debate de una reforma tributaria, y que sigue sin gravar el juego y la renta financiera”, se lamentó el senador santafesino. Asimismo recordó que siguen pendientes las reformas estructurales“que no se hicieron en tiempos de bondad fiscal”, y, enfatizó Giustiniani: “Hablo de la ley que determina que el sistema financiero gane más plata dando créditos a tasas usurarias”.

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