En medio de la violencia que azota a la ciudad desde hace varios años, en especial a barrios como Tablada, una mujer de 53 años fue asesinada ayer por la mañana. De acuerdo con fuentes del caso, la víctima era la madre de un muchacho asesinado en enero de 2013 por dos sindicados narcos de la zona, y la principal testigo en el juicio que pretende determinar las responsabilidades de estos procesados en la causa. Según fuentes de la investigación, ayer dos muchachos llegaron al quiosco de la víctima y le dispararon en varias ocasiones, sin mediar palabra.
La trama es compleja, enredada. En Tablada son muchos los que pretenden pisar fuerte: estos pibes, desde muy jóvenes, comienzan en el negocio de la droga y los robos. Poco a poco, van formando sus territorios, a fuerza de plomo y sangre. Pero los dominios de las pequeñas asociaciones delictivas, lejos de abarcar kilómetros o hectáreas, se delimitan por cuadras, incluso por veredas.
Según indicó una fuente del caso a El Ciudadano, Lucas Espina era hijo único. Vivía con su mamá, Norma Bustos, en su casa de Pavón al 4600. Tenían un pequeño quiosco, armado en una de las habitaciones de la casa, negocio que da a la calle por medio de una ventana. Con eso subsistían.
Lucas pasaba sus días junto a su mejor amigo Joel S., hoy de 24 años, un muchacho al que distintas fuentes dan como detenido. Lucas había cumplido condena por la tenencia de un arma de fuego, lo que su madre atribuyó a que Milton Damario vivía baleando el frente de su vivienda.
De acuerdo con voceros de la pesquisa, Joel S. había protagonizado varios enfrentamientos armados con los hermanos Milton y José “Pepe” Damario, dos aspirantes a capo de la barriada, que vivían a escasas dos cuadras de la casa de Lucas Espina. La relación entre ellos era tensa; alguno se tenía que correr del camino.
De acuerdo con el procesamiento dictado por el Juzgado de Instrucción 12ª, la noche del 27 de enero Milton y Pepe pasaron por la esquina de Santa Rosa de Lima y Pavón, y vieron a Lucas Espina tomando unas cervezas con unos amigos, totalmente desprevenido, por lo que decidieron mandarle un mensaje a su contrincante Joel S.
Pararon su vehículo y, al grito de “dénmelo a Joel”, abrieron fuego con una ametralladora y una pistola sobre los presentes. Lucas, de 25 años, recibió disparos en el hemitórax derecho, en el pie y en el cráneo, los que le provocaron la muerte. Dos de sus amigos resultaron heridos: uno de ellos en la espalda, brazo y pierna y el restante sufrió una fractura de húmero. En el lugar se hallaron 36 vainas servidas calibres 9 y 11.25.
Desde el primer momento, Norma Bustos, la mamá de Lucas Espina, se puso a disposición de la Justicia y aportó datos por los cuales hoy Milton y José Iván Damario se encuentran encausados, junto a un presunto encubridor, acusados del homicidio de su hijo. La mujer explicó quiénes eran y cómo se movían los aspirantes a patrones de ese sector de Tablada. El caso tuvo a un testigo que por amenazas debió escapar a Paraguay y, al regreso, se mudó de barrio.
Pero ayer, según voceros del caso, la guerra de las bandas del barrio de zona sur se cobró una nueva víctima, cuando poco antes de las once dos muchachos llegaron al quiosco de Norma Bustos, y le pidieron un paquete de cigarrillos. Cuando la mujer de 53 años se dio vuelta para buscar la mercadería, el cliente sacó un arma, al parecer un revólver calibre 38, y le disparó en 3 oportunidades: una en la cara, otra en el cuello y la restante en pecho. “Acá no existió intento de robo. El asesino no se llevó nada. Fue a matar a la mujer”, explicó un investigador a éste diario. Norma cayó al piso y murió en el momento.
Su asesino, mientras escapaba, pasó junto a un altar del Gauchito Gil que tenía Norma en su vereda, santuario que fue construido por Lucas Espina, fiel devoto de este culto popular.
El caso es investigado por la Fiscalía de Homicidios Dolosos, a cargo de Ademar Bianchini durante esta semana.
Otras causas
En febrero pasado, Milton Damario fue procesado –junto a Facundo “Macaco” Muñoz y Luis “Pollo” Bassi– por el homicidio de Juan Pablo Colasso, ocurrido el 16 de noviembre de 2012 en la puerta de su casa de Bordabehere al 1400 de Villa Gobernador Gálvez, resolución que acaba de confirmar la Cámara Penal. Se determinó que un ataque previo sobre la casa de la víctima fue efectuado con la misma ametralladora con la que mataron a Espina.
A su vez, Damario se encuentra encausado junto con Macaco y Pollo por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, baleado a metros de un boliche en el límite de Rosario y Villa Gobernador Gálvez en mayo del año pasado. En tanto, la Cámara Penal confirmó a fines de octubre una condena a tres años y medio de prisión contra Milton Damario por portación ilegal de un arma de fuego. Milton también fue condenado por la Justicia federal en abril por tenencia de drogas para su comercialización. Asimismo está procesado en un caso de extorsión en el contexto de un apriete policial a un detenido en la Jefatura.