Tablero de vida o muerte. En un caso asombroso, la ajedrecista rusa Amina Abakarova quedó acusada de intentar envenenar con mercurio a su rival de toda la vida, Umayganat Osmanova, el pasado 2 de agosto, durante un campeonato de Daguestán, una de las repúblicas que conforman la Federación Rusa celebrado en la capital, Makhachkala, en el sur del territorio. La jugadora quedó filmada cuando rociaba las piezas, y fue inmediatamente suspendida. «En los primeros minutos sentí falta de aire y un sabor a hierro en la boca», dijo su rival. Nadie puede creer lo que hizo Abakarova, quien ahora puede enfrentar severas penas de prisión.
En el vídeo se ve a Abakarova, de 40 años, entrando a la sala del torneo mientras mira a su alrededor. Después camina con cautela hacia la última fila de mesas al fondo de la habitación, saca un frasco de su bolso y vierte el líquido que contiene en el tablero de juego. Seguidamente frota el rey, única pieza que permanece todo el rato en el tablero, en la sustancia antes de salir sigilosamente de la habitación, en la que poco después se celebraría el campeonato. Una acción más propia de un policial negro que de un torneo del juego considerado una disciplina clave para todo lo contrario: tomar decisiones con responsabilidad, midiendo las consecuencias, asumiendo los riesgos y manejando la presión, y a la par desarrollando la imaginación y la creatividad.
Los efectos del mercurio no se hicieron esperar, ya que tan sólo treinta minutos después del inicio de la partida, Osmanova, que se había sentado en el lugar donde se había derramado el metal líquido, detuvo el juego con síntomas severos.
El campeonato se suspendió y Osmanova fue trasladada en ambulancia al hospital con «náuseas y mareos». Los médicos concluyeron que la causa probable era la exposición a vapores tóxicos, y que la rápida atención del cuadro le había salvado la vida.
Al recibir el diagnóstico, los organizadores decidieron visualizar las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia. Así descubrieron con asombro el gesto de Abakarova y procedieron a denunciarlo a la Policía. La ajedrecista acusada admitió durante el interrogatorio que había roto un termómetro y esparcido mercurio sobre la mesa de juego de su oponente.
El objetivo, según ella, era «obligarla a abandonar el torneo». También reconoció una «hostilidad personal» hacia Umayganat Osmanova, pero afirma que el plan no era atentar contra su vida, sino «asustarla». Las dos ajedrecistas se conocen desde la infancia, y parecen tener una gran enemistad entre sí. Osmanova venció a Abakarova en una reciente competencia regional, y denigró posteriormente a su oponente y a sus allegados.
La Federación Rusa de Ajedrez anunció que la víctima estaba fuera de peligro. Osmanova pudo volver a competir e incluso ganó un premio. Ttambién habló pero dijo que todavía estaba en estado de shock: «Debería haber pasado unas cinco horas en ese lugar. No sé qué me hubiera pasado si no me hubiera dado cuenta», dijo, al tiempo que recordó que también había caído otra jugadora y un miembro de la organización del torneo por los mismos motivos.
Por su parte, Abakarova se enfrenta ahora a hasta tres años de prisión, según fuentes locales. Además, el presidente de la Federación Rusa de Ajedrez, Andrey Filatov, también confirmó que fue suspendida temporalmente de las competiciones rusas de ajedrez: «Estamos esperando los resultados de la investigación policial. Si es declarada culpable, nuestra reacción será firme», anticipó, mencionando «quizás una prohibición de por vida».
La ministra de Deportes de Daguestán, Sazhida Sazhidova, también expresó su consternación: «Como muchos otros, estoy perpleja por lo sucedido y las motivaciones de una competidora tan experimentada como Amina Abakarova son incomprensibles». Señaló que las acciones de la ajedrecista «podrían haber llevado a un desenlace de lo más trágico, amenazando las vidas de todos los presentes, incluida la suya propia» . Y concluyó: «Ella ahora debe responder por sus acciones ante la ley».