Tahiana Marrone aseguró que la guerra de Malvinas le dejó «dos valores importantes» que la ayudaron a encarar años más tarde su proceso de transición de género: «respeto por la vida y por el prójimo».
Tahiana es dueña de una singular historia de vida: combatió en la guerra cuando tenía 17 años y se llamaba Osvaldo Marrone, según su DNI original, donde consta que nació hace 58 años en la ciudad cordobesa de Corral de Bustos.
Tras regresar al continente, una década más tarde, se casó y tiempo después nacieron en aquel pueblo cordobés sus dos hijos mellizos, para luego radicarse en Chañar Ladeado, un pueblo del sur de Santa Fe, donde aún reside.
«En el país soy la única veterana de Malvinas en transicionar de género masculino a femenino», aseguró Tahiana a Télam, y contó que en las islas, estuvo combatiendo 76 días como soldado del Batallón de Ingenieros 9, con asiento en Sarmiento (Chubut).
El entonces soldado Marrone llegó a Puerto Argentino en la mañana del 2 de abril, procedente del aeropuerto chubutense de Comodoro Rivadavia «con la idea de realizar el ´Operativo Rosario´, y luego regresar al continente», aclaró.
Pero días más tarde, llegaron las fuerzas inglesas y todos los soldados del Regimiento de Infantería 25 y Batallón de Ingenieros 9, de Sarmiento, se quedaron a combatir.
«En isla Soledad soportábamos largas horas de bombardeo británico, sobre nuestra posición en Bahía Zorro. No hubo lucha cuerpo a cuerpo y los caídos que sufrimos fueron por las bombas y misiles del enemigo», recordó Marrone.
«Recuerdo los ataques nocturnos de los ingleses, las noches lluviosas, el hambre y frío terrible en las trincheras», describió Tahiana, integrante de la Compañía de Ingenieros 9, que en plena guerra engaño a los ingleses utilizando caños de PVC, que simulaban cañones.
«Sobre un carro de esos que se usan en el campo, yo y otros soldados armábamos los cañones falsos, luego pasaban los aviones ingleses, los tiraban abajo con las bombas y otra vez a rearmar todo. Esa estrategia permitió que no se produjeran más bajas de soldados», enfatizó.
Al finalizar la guerra «los combatientes habíamos bajado mucho de peso y tras lo que llamaban ‘un período de engorde’, el 17 de agosto de 1982 nos dieron la baja a todos», acotó Marrone, para quien tras el conflicto bélico se inició un nuevo y trascendente capítulo en su vida.
«Hasta los 20 años, yo vivenciaba una identidad intermedia, entre un hombre y una mujer, pero luego empecé a desmasculinizarme (sic), hasta que en 2015 me entero que tengo el síndrome de Klinefelter». Se trata de una afección genética que sucede en los hombres cuando tienen un cromosoma X extra, según indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Marrone decidió entonces transicionar de género. «Pasé a ser yo misma porque tengo un 78% de XXY y un 22% XY, es decir, soy más femenina que masculina», explicó Tahiana, quien es además Técnica en Sistemas y Electrónica.
«Desde marzo del 2016 soy legalmente Tahiana Marrone, y en principio pensé en mudarme a una gran ciudad, pero decidí quedarme acá y pese al dicho ‘pueblo chico infierno grande’, en Chañear Ladeado me respetan todos», destacó.
La ex veterana de guerra, que se sometió a una cirugía de reasignación de sexo, dijo que se siente respetada por la sociedad y sus compañeros veteranos de Malvinas.
Incluso, cuando se acerca la fecha del 2 de abril, Tahiana participa de las reuniones de los veteranos de guerra, y es invitada por colegios de la zona a dar charlas sobre Educación Sexual Integral (ESI) y políticas de diversidad y género.
«Si algo me dejó la guerra de Malvinas es la fuerza necesaria para encarar mi proceso de transición de género y además, me dejó como enseñanza dos valores muy importantes: Respeto por la vida y por el prójimo», enfatizó.
Y aclaró :»soy veterana de guerra, no ex combatiente, porque hoy seguimos combatiendo y malvinizando bajo otras formas. Tampoco soy transexual, sino intersexual», aclaró.
«He leído títulos por ahí que dicen: ´La veterana o ex combatiente transexual que busca ser aceptada por la sociedad´. Yo no busco ser aceptada por nadie. Yo soy así, si me aceptan, bien; sino, no pasa nada. No elegí ser mujer, nací mujer», finalizó Tahiana.