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Talando derechos: delegado de Rock&Feller’s convoca a todos a acompañarlo a Tribunales

Facundo Paiva es uno de los delegados de los más de dos centenares y medio de trabajadores del bar temático y este viernes deberá comparecer en la Justicia en una denuncia de la firma para despojarlo de su protección gremial. Él lo atribuye a sus constantes reclamos por irregularidades en la empresa

“La cita va a ser en los Tribunales provinciales de Rosario; Juzgado Laboral de primera instancia a cargo del doctor Fabián Vega, donde Rosental intentará, con falacias, quitarme los derechos que consagra la ley de Asociaciones Sindicales”. Así, con toda crudeza, Facundo Paiva, delegado sindical del bar temático Rock&Feller’s expuso su situación y la de sus compañeros en un video que entró a las redes sociales y se hizo viral. En el corto, el joven sindicalista, uno de los dos representantes de los cerca de 260 trabajadores y trabajadoras de la franquicia local de la firma, invita a movilizarse este viernes 4 a las 15 a Balcarce 1651 “a todos los trabajadores, trabajadoras, organizaciones sindicales, políticas, estudiantiles y sociales” para así “repudiar este despreciable accionar empresarial, ya que esta persecución la puede sufrir cualquiera que quiera defender a sus compañeros desde una organización gremial”.

Este viernes el delegado acudirá representado por el abogado de la Uthgra, Franco Privitera, para ejercer su derecho a defensa. La carátula del caso es: “Food Corner SA c/ Paiva Facundo Nicolás s/ exclusión de tutela sindical”, lo que de lejos se entiende que la persona jurídica que que explota la franquicia pretende que el delegado deje de serlo. Para ello, sostiene Paiva, la firma apeló a una serie de acusaciones “totalmente falsas” –según refiere a El Ciudadano– que él buscará refutar: “Dos llegadas tarde, tirar comandas (pedidos sobrantes) a la basura, sentarme en la mesada (se desempeña como personal de cocina), que un día cuando terminé mi jornada no me dejé revisar la mochila”. A la lista el delegado le agrega la acusación más grave: “Amenazar a mis compañeros y la clientela con un cuchillo”, lo que se esfuerza en desmentir.

La denuncia fue hecha en diciembre del año pasado: en el inusualmente fresco día de Navidad de 2019, el miércoles 25, Paiva protagonizó una protesta en solitario por irregularidades sobre las que ya venían reclamando tanto él como su compañera, la otra delegada gremial. Se trata, según marca en el video viral, de una colección, un número acorde con la decoración del coqueto local de bulevar Oroño: “Debían salarios, horas extras, horas nocturnas, feriados, vacaciones, aguinaldos mal liquidados”. Pero agrega que también cursaron reclamos por empleados mal registrados, por maltratos por parte de encargados, e incluso por “casos de acoso y violencia de género”.

https://www.youtube.com/watch?v=LyycmA5LdzY

Paiva tiene 28 años, trabaja en Rock&Feller’s desde 2014, y hace 5 años que es delegado de base. En ese tiempo que lleva de gestión, sostiene, cursó más de 80 cartas-documento con la gerencia del emprendimiento gastronómico. “De todos nosotros, sólo 20 estamos correctamente registrados por 8 horas. El resto está registrado por 4 horas, con el impacto que tiene en aguinaldo, vacaciones”, dice y continúa con una extensa lista de perjuicios laborales. La pulseada derivó en otra protesta, también filmada y también viralizada, hace poco menos de dos meses. El reclamo, además de elementos de protección ante la pandemia de coronavirus, volvió sobre el respeto del convenio colectivo de trabajo de Gastronómicos.

Según el delegado, la Uthgra estaba al tanto de las irregularidades, y acompañó y formalizó los reclamos: la respuesta fue “una práctica antisindical de la patronal, que pretende criminalizar la protesta” y, por si fuera poco, a él mismo. “Pretenden judicializarme con fines maliciosos, para quitarme los fueros gremiales y aplicarme medidas disciplinarias o despedirme”, sostiene.

“El histórico y público reclamo que protagonizamos con mis compañeros el 10 de julio en la sucursal de Oroño fue por los mismos motivos que denuncié en diciembre del año pasado”, insiste.

Con todo, el delegado gastronómico intenta que su caso no sea individual sino colectivo, una representación de todos los trabajadores que resisten una avanzada patronal aun en pandemia, o peor, aprovechando la pandemia. El propio delegado refirió a este diario casos de mobbing por simple encono de gerentes o encargados que derivan en rotaciones horarias y otras molestias a modo de castigo que ambos representantes de los jóvenes trabajadores del lugar –por la impronta que tiene el promedio no alcanza a los 30 años– permanentemente están tratando de revertir.

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