No es novedad que para Talleres ganar la Superliga es una obsesión. Redobla la apuesta torneo a torneo en pos de lograr su sueño y cada frustración ha mutado en motivación para quebrar el maleficio. Y este semestre no es la excepción, porque para el certamen local y Copa Santa Fe los de Villa Gobernador Gálvez reunieron a una constelación de estrellas del mercado santafesino, invirtieron en grande y están en carrera por ambos objetivos.
Pero claro, no todo es perfecto detrás del 89 a 86 de Talleres sobre Sportsmen Unidos para cerrar 2 a 0 la serie y clasificarse al cuadrangular final de la Superliga. Es que a la hora de analizar el juego, los de Juan Pablo Lupo mostraron tantas virtudes como defectos que en otro contexto podrían desembocar en un resultado adverso.
Es que Talleres tiene dos caras. Una que ataca con determinación, buen manejo de pelota (a veces arriesgando de más) y sin el egoísmo que se podría esperar de un elenco con semejantes apellidos. Quizás en ofensiva lo poco que puede criticarse es la desidia de buscar algunos pases increíbles, pero si es producto de la confianza y de la búsqueda del pase extra, tal vez ni siquiera pueda anotarse como algo negativo.
Ahora, atrás es otra cosa. Se sabe: el primer fundamento que hay que tener para ser un buen defensor es la voluntad de hacerlo. Y Talleres no la tiene. Entonces, lo que hay que buscar es la convicción, el convencimiento, la contracción táctica de saber que para ganar también hay que esforzarse en defensa. Eso está, pero sólo de a ratos, por lo que Lupo tiene que mover fichas para acomodar un quinteto que le brinde garantías en ambos costados. Y esa inconstancia lo llevó del puesto 1 al 3 de la fase regular. Y esa inconstancia lo llevó de ganar de manera contundente el primer juego a estar a nada de perder el segundo.
Sportsmen, sin Foradori ni Buda Rodríguez, jugó muy bien, contó con un Parnisari que fue más Gino que nunca y explotó los errores de la T. Matteini lastimó primero con sus triples y después en la zona pintada. Mécoli resolvió bien cerca del aro y empujó a la defensa cada vez que quiso, mientras que cada uno de los integrantes del plantel del Verde puso su granito de arena en busca de un triunfo que hubiera sido justo premio a tanto corazón.
Pero Talleres respondió con la mano caliente de Camino, la inteligencia de Gandoy, la potencia de Chiana y la picardía de Borsellino. Cingolani agregó lucha y Medrano, Medrano merece palabras aparte. El pibe es el más subestimado pero uno de los que más rinde, lejos de los reflectores, pero siempre útil a la causa.
Llegaron al cierre mano a mano y todo lo que hizo bien Sportsmen durante el juego lo regaló en el minuto final. Talleres aprovechó todo y cerró el 89 a 86 para meterse en el cuadrangular final.
Fin del camino para un Sportsmen que pinta bien pero que ha chocado en el último tiempo con la mala fortuna. Inicio de otra ilusión para un Talleres que tiene con qué, aunque el futuro podría exigirle mejorar su costado oscuro.
SÍNTESIS
SPORTSMEN 86: Gino Parnisari 30, Jeremías Cardona 5, Ángelo Carlachiani 3, Julián Matteini 21, Pablo Mécoli 17 (fi), Francisco Bermúdez 0, Ignacio Tripelli 10, Santiago Hinchliff 0. DT: Gonzalo Bogado.
TALLERES 89: Juan Manuel Gandoy 14, Franco Borsellino 8, Joaquín Cingolani 4, Juan Pablo Camino 25, Federico Pérez 10 (fi), Agustín Chiana 13, Mauro Burgos 0, Matías Medrano 15, Leandro Faranna 0. DT: Juan Pablo Lupo.
ESTADIO: Alfredo Figna
ÁRBITROS: Alberto García y Marcelo Pérez
PARCIALES: 23/21, 46/42 y 72/70
EMPATE EN EL CLÁSICO
Temperley superó a El Tala como visitante por 76 a 74 en tremendo segundo cuarto y empató la serie rumbo al cuadrangular final. La definición será el domingo en el Morosano.
