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También, 10 tiros a edificio donde vivió la jueza Usandizaga

Sábado cargado de plomo. Esta mañana se conoció que balearon de al menos siete disparos al Centro de Justicia Penal. Horas después, se supo en un edificio Libertad al 300 cinco hombres y una mujer abrieron fuego contra la fachada del inmueble

Cinco hombres y una mujer que circulaban en tres motocicletas dispararon la madrugada de este sábado una decena de balazos en dirección a un balcón del primer piso del edificio Ipanema, ubicado sobre avenida Libertad al 300. La noticia se conoció después de una primera conmoción generada por el ataque contra el Centro de Justicia Penal.

Fuentes policiales acudieron al lugar, a metros del Monumento a la Bandera, ante el aviso de un empleado que cumple funciones de vigilancia en el edificio lindero. Relató que alrededor de las 2 vio a seis personas –cinco hombres y una mujer– en tres motos. Detalló que detuvieron la marcha, se bajaron y comenzaron a disparar el edificio “Ipanema”.

Fotos: Juan José García

Los investigadores levantaron de la calle y la vereda 10 vainas servidas calibre 9 mm. Recogieron un mensaje escrito en birome, desprolijo y sobre un cartón, con el texto «Con la mafia no se jode» que los agresores dejaron en el lugar. Contactaron también al propietario actual del departamento del primer piso donde impactaron las balas, quien no atinó a relacionar el ataque con él o sus actividades. Las marcas de los disparos quedaron en las persianas del departamento –uno de los vidrios de las aberturas estalló– y en la baranda metálica del balcón.

En la torre Ipanema vivió, hace varios años, la jueza Marisol Usandizaga. Es la misma magistrada que fue blanco de ataques indirectos la noche del 26 y la madrugada del 27 de julio últimos. En el primer caso, dispararon desde una moto al menos siete tiros contra una casa de Zeballos al 2500 que perteneció a su padre, el ex intendente Horacio Usandizaga. El segundo, a las pocas horas, con parecida modalidad, marcó la fachada del edificio «Marisol», de Dorrego al 1600. El «Vasco» era su propietario, allí tenía su estudio de abogacía y lo había bautizado, precisamente, con el nombre de su hija.

La Fiscal en turno Valeria Haurigot intervino también en este segundo ataque de la jornada, por estar de turno. Ordenó la intervención del Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) con levantamiento de rastros. Los investigadores secuestraron 10 vainas servidas calibre 9 mm. La información de los resultados de las medidas será enviada a la Unidad de Delitos Económicos y Complejos.

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