Las inundaciones complicaron el transporte y las cargas programadas de granos en el área de influencia del mayor complejo agroindustrial argentino, en el Gran Rosario.
El infierno logístico que atraviesa la región no está tan difundido como los daños económicos producidos en los campos, comunidades agropecuarias e infraestructura.
Pero las complicaciones logísticas generadas por las inundaciones también constituyen un problema grave para la cadena de valor agrícola, sostuvo un informe del sitio Valor Soja.
Las inundaciones y anegamientos, además de impedir el tránsito de camiones de carga en caminos rurales, en algunos casos también bloqueó accesos en rutas y muchas entregas programadas para esta semana, deberán trasladarse para más adelante.
En la zona de influencia de Rosario se registraron en los dos primeros días de esta semana ingresos matutinos de 2.580 camiones versus 4.956 vehículos el lunes y martes de la semana pasada, según datos de la empresa Williams Entregas SA, que brinda las estadísticas diarias.
Los originadores de mercadería de compañías agroexportadoras e industrias aceiteras que contaban con esa mercadería para poder completar un buque o cubrir capacidad de procesamiento de una planta, si bien cuentan, por lo general, con reservas almacenadas en caso de contingencias, deben igualmente buscar fuentes alternativas de granos para evitar baches logísticos.
Esa necesidad está brindando mayor firmeza a los valores de soja disponibles respecto de los precios de los contratos futuros de la oleaginosa con entrega cercana.
La soja Rosario spot Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) terminó anteayer en 288 dólares la tonelada con una suba del 1,76% respecto del lunes, mientras que el contrato Soja Rosario Febrero 2017 del Matba, finalizó el mismo día en 285 dólares la tonelada, con un alza del 0,7% en el mismo período.
Otro de los inconvenientes generados por los excesos hídricos es que, debido a la extensión generalizada del uso de silobolsa como tecnología de almacenaje, muchas reservas de grano resultaron afectadas por el evento climático al filtrarse agua en el recipiente plástico.
“Hay que cambiar los estándares de recepción de soja”, indicó el corredor y director de la Bolsa de Comercio de Rosario, Javier Mariscotti, en su cuenta personal de Twitter, quien solicitó incrementar los topes de humedad de recibo de soja.
La máxima tolerancia de recibo de soja con humedad actualmente es del 17% para entregas en la terminal de LDC Argentina en Timbúes (con hasta 15% de grano dañado), la terminal de Nidera en Puerto General San Martín (hasta 30% de dañado) y la planta de Vicentín en San Lorenzo es sólo para soja con certificación EPA.
La soja EPA permite obtener hasta 18 dólares la tonelada por sobre el valor del mercado; está certificada, por lo que recibe un precio diferencial, superior al de mercado, y en Estados Unidos se destina a la fabricación de biodiésel.
Si se reproducen los resultados de transporte logístico de 2016, en épocas de buen clima se debería producir una congestión de camiones; ya el año pasado cerca de 1.975.000 unidades con granos ingresaron al Gran Rosario, que realizaron alrededor de 3.950.000 viajes, cantidad de vehículos que creció un 23% en un año, lo que constituye un récord.