Productores tandilenses rompieron su propio récord este sábado haciendo un salame de 87, 56 metros, mejorando la marca del año pasado que alcanzó los 53,4 metros. Así superaron la altura del Obelisco, el monumento porteño, que mide 67,5 metros.
La elaboración, que comenzó el jueves y fue parte de la 36ª edición del Festival de la Sierra.
Los resultados del desafío se conocieron el sábado a la noche durante el acto central de la tradicional fiesta, donde además se mostró el proceso de producción y concluyó con una degustación entre los presentes.
«Año a año intentamos superar nuestras propias marcas. Más allá del desafío numérico, esta iniciativa es el reflejo del compromiso conjunto de productores locales que se reúnen para honrar a nuestros antepasados», sostuvo Juana Echezarreta, presidenta del Consejo de la Denominación de Origen Salame de Tandil.
Echezarreta recordó además que en el Festival de la Sierra de 2014 «se realizó un salame que alcanzó los 17 metros, mientras que en 2015 se llegó a 21 y en 2016 a 28, en lo que fue en ese momento el salame más largo de América».
«En 2017 se superó otra vez la marca con un producto de 41,9 metros, para finalmente alcanzar el récord mundial en 2018, con 53,4 metros», precisó.
La elaboración del salame siguió los patrones que marca la Denominación de Origen, es decir, utilizó materias primas obtenidas dentro de la región, con alimentación a base de pasturas y maíz -según sea ganado vacuno y porcino, respectivamente- y con las proporciones establecidas de carne vacuna y de cerdo, aseguraron los organizadores.