La esperada tarjeta “inteligente” podría llegar al fin en las próximas semanas: el secretario de Servicios Públicos del municipio, Gustavo Leone, sostuvo que los primeros plásticos que servirán para cancelar viajes del transporte público de pasajeros pueden aparecer entre fines de junio o principios de julio. Luego de ese desembarco, se llevarán durante algunos días tareas de programación y recién allí saldrán a circulación las primeras mil tarjetas, que en una primera etapa se aspira ampliar a 150 mil ejemplares. La novedosa iniciativa implica incorporar un plástico (similar al de una tarjeta bancaria) con la que el usuario podrá cargar la cantidad de viajes que desee y luego ir consumiéndolos a bordo. La recarga podrá hacerse en unos 1.200 centros que con el paso del tiempo estarán habilitados para ese fin.
“Estamos viendo cuándo llegan. Esperamos que lleguen para finales de junio o principios de julio, pero no podemos dar certezas”, sostuvo Leone en diálogo con este medio. La falta de confirmación obedece a que ya se había anunciado la llegada de los primeros plásticos para marzo, luego se pasó para mayo, y nada se concretó debido a fallas en la programación una vez “salidas” de fábrica.
En concreto, Leone explicó que, cuando lleguen los plásticos, se llevarán a cabo los ajustes en la programación y en los sistemas pertinentes y “después se pondrían a circular unas mil tarjetas”.
“Durante 15 días se chequean y posteriormente la idea es incorporar de forma gradual 150 mil, en una primera etapa. Y luego se avanzará hasta cubrir la totalidad del sistema, a lo que se llegará con 300 mil tarjetas”, explicó el funcionario. En la ciudad se realizan en colectivos unos 400 mil viajes por día.
El 70 por ciento de la flota de colectivos ya cuenta con las máquinas donde se cancelará el pasaje. Son las mismas que se están utilizando para abonar con monedas el boleto ocasional. Y en breve arrancará la implementación de los equipos de recarga, que probablemente serán colocados en los lugares donde ahora se venden las tarjetas magnéticas.
En rigor, personal del Ente de Transporte Rosario realiza pruebas desde febrero con las tarjetas inteligentes en las nuevas máquinas instaladas en los colectivos que, como se dijo, ya funcionan con monedas. Una vez que estén los 150 mil plásticos, los interesados podrán comprarlos, en principio, en el Banco Municipal. Esa tarjeta se podrá recargar en los puestos que habilite la Municipalidad. En una primera etapa serán 400 y luego llegarán a 1.200.
Cada pasajero podrá recargarla cuantas veces quiera y con el importe que desee. “Podrá ponerle la plata que quiera, puede ser 10, 50 o 100 pesos”, aclaró Leone. El proceso será similar a la recarga de una tarjeta de videojuegos: luego de pagar una suma, el plástico se recarga a través de un código.
Así, la tarjeta magnética de cartón va a desaparecer, pero primero coexistirá con el nuevo sistema, al menos durante seis meses, hasta que se termine de implementar el novedoso sistema plástico y estén todos los puestos de recarga en funcionamiento. Con el tiempo, la idea es que el flamante boleto permita abonar también otros servicios como taxis, remises, estacionamiento medido e incluso hacer compras en comercios que quieran adherirse y participar del sistema.