El funcionamiento defensivo de Central ha mostrado fallas notables en este 2020. Y los números exponen este déficit de manera contundente. El de Diego Cocca es el equipo de primera que más goles recibió en este 2020. En 8 partidos disputados, 7 de Superliga y 1 de Copa de Superliga, los auriazules sufrieron 16 tantos en contra. Un promedio exacto de dos goles por juego. Mientras que en los primeros 16 juegos de Superliga los canallas habían recibido 16 goles, 1 por partido.
Sí, en este 2020 Central recibió, en promedio por juego, el doble de goles que en la primera parte de la Superliga. Y no hay dudas de que el funcionamiento defensivo del equipo es el aspecto colectivo que más se ha resentido tras el receso de fin de año. Y esto no tiene que ver únicamente con el desempeño de la última línea. Varios goles llegaron, además de a partir de acciones con pelota detenida, por malos retrocesos del equipo cuando pierde la pelota en ofensiva.
Es cierto que el equipo sufrió las bajas de dos defensores titulares en este último mercado. Miguel Barbieri y Nahuel Molina terminaron sus contratos a préstamo con los de Arroyito, y emigraron. Además se fue Matías Caruzzo, que había perdido su lugar entre los once pero era alternativa. Y también es verdad que Cocca no dispuso de algunas piezas de recambio en los primeros tres partidos de este año. Pero en los últimos cinco encuentros, el técnico puso en cancha la misma defensa, la supuestamente ideal para el DT: Damián Martínez, Diego Novaretti, Joaquín Laso y Emanuel Brítez.
Y si bien en la mayoría de los encuentros hubo déficit colectivo a la hora de recuperar la pelota, esta defensa no mostró demasiada solidez. Un dato, Central sólo mantuvo su valla en cero en un solo partido de los ocho que jugó este año, en la victoria frente a Gimnasia (1-0) en Arroyito.
Como contrapartida, en ofensiva, y más allá de formas y nombres, el Central de Cocca sostuvo en 2020 la eficacia exhibida en el segundo semestre de 2019. Y el concepto se respalda, nuevamente, en los números. En los primeros 16 partidos de Superliga el canaya anotó 21 goles, lo que representa un promedio de 1,31 gol por juego. Y en los últimos 8, disputados todos en 2020, convirtió 10, una media de 1,25 por encuentro.