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Tarifazos para el crecimiento… de las firmas energéticas

Varios relevamientos dan cuenta de la expansión de ingresos para las compañías oligopólicas de gas y electricidad, de entre el 200 y 400% entre 2015 y 2017. El propio FMI desautoriza el argumento de un mundo de consumos sin subsidios

Las compañías del sector energético incrementaron su facturación entre el 200 y más del 400 por ciento el año pasado respecto a 2015, es decir en el período Cambiemos. Son las cifras que publicó en redes sociales el economista de la Universidad Nacional de Rosario Sergio Arelovich este jueves, después del “ruidazo” contra los tarifazos en el sector que, aunque sin la masividad esperada por sus impulsores, recorrió todo el país. El incremento de lo recibido por las compañías contrasta con el del promedio de los salarios, que en el mismo período apenas alcanzó el 60 por ciento.

El nivel de las tarifas de los servicios energéticos que comenzaron a mostrarse insostenibles e impagables al cabo de los recientes –no serán los últimos– aumentos son justificados por el gobierno nacional en que el usuario debe pagar el precio “real” de la electricidad y el gas para reducir el déficit fiscal sin que las empresas generadoras y distribuidoras pierdan rentabilidad, reinviertan y el país incremente la producción de estos insumos estratégicos para el crecimiento. Así, lo que pretende Cambiemos es que el precio de la energía alcance el estado de subsidio cero, lo que no ocurre en casi ningún país del mundo de acuerdo a informes del mismo Fondo Monetario Internacional. Este jueves, Arelovich concentró información sobre el aumento de facturación de algunas de las energéticas que, debido a que la demanda se mantuvo estable –por los altos precios y la caída de la actividad económica– puede computarse como incremento de ingresos de las compañías.

El economista pintó el panorama del sector energético con ejemplos más que contundentes. En el sector de gas, expuso, Pampa Energía facturó en 2017 50.347 millones de pesos, contra 7.160 millones en 2015. Es decir, multiplicó lo cobrado 7,03 veces (603.1 por ciento). Transportadora Gas del Norte vendió fluido por valor de 3.875 millones de pesos el ao pasado, un aumento de 416,2 por ciento respecto de los 751 millones informados dos años antes. En su caso, multiplicó 5,16 veces. Transportadora Gas del Sur pasó de vender 1.014 millones de pesos el último año de la anterior gestión nacional a facturar 4.560 millones en 2017: 4,49 veces más, o una expansión de 349,7 por ciento. Camuzzi Gas Pampeana vendió 5.794 millones de pesos en 2017, 3,58 veces más que los 1.617 millones de 2015. Gas Natural Ban vendió en 2017 6.544 millones de pesos contra los 1.978 de dos años antes, o sea un alza de 230,8 por ciento.

Para el sector eléctrico, está el ejemplo de la transportadora Transener. Facturó 6.025 millones de pesos en 2017 contra 1.947 en 2015, un 209,5 por ciento más.

Arelovich contrastó: en el mismo período de comparación, los precios minoristas aumentaron 1,77 veces (77,9 por ciento) según la medición del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y los salarios, menos: 1,60 veces o el 60 por ciento.

 

«Exorbitantes ganancias»

Las cifras, en lo cualitativo, coinciden con lo consignado en el informe «Los dueños argentinos de la luz: oligopolio, conflictos de interés y ganancias abusivas» de Oetec  (Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo). El relevamiento pone en el tapete las “exorbitantes ganancias obtenidas por los empresarios Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Rogelio Pagano durante 2017, primer año pleno de tarifazo eléctrico”.

Los tres, en conjunto, sigue el informe, concentran el 51 por ciento de los usuarios del servicio público de electricidad a nivel nacional y el 49 por ciento de la demanda total. Federico Bernal, director del Oetec, señaló que ganaron unos 11.303 millones de pesos en 2017. Dicho de otro modo: casi 1.000 millones por mes.

El Observatorio recuerda que Caputo y Mindlin están verticalmente integrados al controlar centrales de generación y transportistas (Transener y Transba). Que Caputo es accionista minoritario de Edesur y que Mindlin controla Edenor. Que Pagano es el dueño de Edesa (Salta) y de las cuatro distribuidoras bajo jurisdicción bonaerense (Eden, Edes, Edea y Edelap). Y que el resto de las distribuidoras se reparte entre empresas provinciales (como la estatal EPE de Santa Fe) y privadas, mayoritariamente extranjeras.

La rentabilidad de las compañías energéticas se multiplicó así sin que la profecía de que con ello volcarían lo facturado en inversión (exploración de yacimientos, infraestructura) para acrecentar su producción eléctrica e hidrocarburífera que permita sostener un horizonte de crecimiento económico. Que tampoco ocurrió.

Los subsidios

Otro de los dogmas del Ejecutivo es el de las tarifas sin subsidios, como puesta en sintonía con “el mundo”. El propio Fondo Monetario Internacional lo desmiente en su reporte «Contando el costo de los subsidios energéticos», de 2015. El organismo afirma que «los países del G-20 pagan más de 1.000 dólares per cápita en subsidios a los combustibles fósiles». En la Argentina, que es miembro del G-20 y organiza en el país su próxima cumbre, los subsidios rozaban los 500 dólares por persona antes del 10 de diciembre de 2015.

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