Este lunes cuando todavía no había anochecido tres hombres irrumpieron en una cochera ubicada en 9 de Julio al 2500. Encañonaron al dueño, y como si fuera poco nombraron a sus hijos y amenazaron con matarlos. Hubo detonaciones y al final el hombre cedió: entregó la recaudación, celular y notebook. Incluso hasta una calculadora. Un vecino llamó al 911 y móviles policiales que patrullaban la zona interceptaron el auto sospechoso. Así comenzó una persecución por avenida Pellegrini en la cual hubo fuego cruzado. Cercados, en la intersección con Francia, decidieron escapar a pie pero fueron detenidos. Tienen 36, 40 y 42 años. Ahora serán imputados. Dos de ellos ya han aparecido en la crónica policial: uno como proveedor de armas y reducidor de un conocido hampón, otro fue condenado en agosto del año pasado por matar en exceso de legítima defensa.
Fuego contra fuego
A las 18.30 la operadora del 911 alertó a un móvil policial que patrullaba la zona del Parque Independencia. Según contaron fuentes de la causa, una de las llamadas la hizo un policía federal retirado que vio una situación sospechosa dentro una cochera de 9 de Julio al 2550. Este hombre, al querer acercarse, fue recibido por un disparo a modo de advertencia. Los asaltantes, que llegaron en una Kangoo gris, le sacaron al dueño del lugar varios miles de pesos y aparatos electrónicos. “Ya lo tenían marcado. Mencionaron el nombre del hijo y la mujer a modo de amenaza”, confió un jefe policial.
En Santiago y Zeballos, la Policía vio un utilitario de similares características al buscado. Los asaltantes, al ver el patrullero, pisaron el acelerador. Así empezó una persecución hasta Pellegrini y Oroño donde el vehículo aminoró y uno de los ladrones tiró una mochila y disparó hacia los uniformados en una hora en la que tráfico era intenso y los coches se amontaban en los semáforos. Un uniformado bajó del móvil y en el medio de la avenida repelió la agresión. Más tarde se constarían cinco tiros en la carrocería de la Kangoo.
Todo terminó en Pellegrini y Francia; allí los asaltantes bajaron de la Kangoo e intentaron escapar a pie. Pero fueron detenidos a los pocos metros. Quien iba como chofer, identificado como Enrique Ramón Romero, bajó con un arma en mano y se entregó. Sergio Norberto G. cayó en una estación de servicio. La Policía le secuestró dos cargadores (en total 30 proyectiles) y seis precintos, dijeron las fuentes del caso.
Pablo Nicolás M. fue detenido no muy lejos. A él le incautaron una pistola nueve milímetros, confiaron voceros del caso.
Mientras que al requisar la mochila descartada en Pellegrini y Alvear, la Policía encontró una notebook, una calculadora, un celular, 11 mil pesos, y dos cheques que suman unos 30 mil pesos.
Los tres serán imputados este jueves. La acusación la hará la Unidad de Flagrancia, que este miércoles por la tarde procesaba evidencias para formular las calificaciones legales.
Con prontuario
La acción temeraria de los asaltantes, que se tirotearon con la Policía, sumado a que los tres rondan los cuarenta años, motivó a los investigadores a revisar los archivos en busca de un perfil de los detenidos. Así chequearon que dos de ellos fueron protagonistas de la crónica policial hace no menos de un año.
Cañero y reducidor
“Los fierros y las balas con los que tiran los colombianos que están con el Manco se los alquila Pablo M. que vive en Santiago 4500 y se moviliza en un Vento y tiene un 208 gris, además es reduce, compra todas cosas robadas”, había confiado un detective en enero de 2019 sobre Pablo M., quien fue imputado el 26 de enero por tenencia ilegal de arma y encubrimiento.
Detuvieron en zona sur a conocido proveedor de armas de la banda del Manco
Un día antes, fue detenido en su casa, de donde PDI incautó unos 800 mil pesos, inhibidores de señal, 25 relojes de distintas marcas, dos revólveres calibre 32 y 38 y una pistola calibre 380, más 225 municiones. Incluso, una de las armas había sido reportada como robada a un oficial de la Tropa de Operaciones Especiales –TOE– en octubre.
Pablo M. está sospechado de abastecer de armas, entre otros servicios, a actores del hampa como Oscar César “Manco” G., presunto líder de una asociación ilícita con sede en barrio Plata, quien está preso desde el 12 de enero por delitos que van de las tentativas de homicidio a las usurpaciones. Cumplido el plazo preventivo de 30 días, Pablo M. recuperó la libertad hasta caer otra vez este lunes.
El taxista
Enrique Romero, de 42, años, pasó por el Centro de Justicia Penal en junio de 2018. Estuvo en el banquillo de los acusados en el juicio por el homicidio de Brian Aguirre, un pibe de 15 años que junto a otros tres adolescentes lo asaltó en su taxi en Cochet y Donado en septiembre de 2015.
Romero, una vez asaltado, se bajó del coche y disparó cinco veces. Dos de los plomos impactaron en el pecho del adolescente y acabaron con su vida. Luego, hizo la denuncia por el robo en la subcomisaría 22ª, aunque nunca mencionó que había disparado contra el grupo.
El taxista fue condenado en agosto pasado a tres años por homicidio en exceso de legítima defensa y quedó en libertad en diciembre, debido a que el tribunal de primera instancia tuvo en cuenta el tiempo que pasó en prisión preventiva. Cuatro meses después, otra vez está a la sombra, esta vez acusado de robo calificado y de tirotearse con la Policía.