Un joven de 20 años fue muerto a tiros en la madrugada de ayer en un supuesto intento de robo a un taxista, que resultó ser un policía de 50 años, quien declaró que forcejeó con un ladrón, le sacó el arma y se disparó varias veces. Según su relato, cerca de las 3 de ayer levantó a dos pasajeros en Godoy y Roullión que lo llevaron hasta Garay y Lima, donde a punta de pistola le pidieron la recaudación. El policía dijo que logró sacarle el arma y comenzó un forcejeo en el que uno de los muchachos resultó herido pero que ambos alcanzaron a descender del vehículo sin concretar el robo. Gonzalo Esteban Aguirre quedó tendido en el piso, sin vida. El hecho ocurrió en medio de un fuerte reclamo de choferes y dueño de taxis por mayor seguridad y en horas en que estaba previsto un paro de servicios que finalmente fue suspendido.
Aguirre tenía 20 años y vivía a pocas cuadras del lugar donde lo encontró la muerte. Según el relato del policía y chofer de taxi, el joven que lo acompañaba se perdió en la noche por lo que no hay forma de identificarlo, ni de conocer otro relato.
Eduardo Héctor R. tiene 50 años y es un suboficial mayor que brinda servicios en la División Personal de la UR II.
En su declaración ante efectivos de la seccional 18ª, que tiene jurisdicción en el lugar del homicidio, dijo que conducía un Fiat de alquiler RA 1727 cuando cerca de las 3 levantó a dos muchachos en Presidente Perón y Rouillón y los llevó a su destino, en Garay y Lima. Una vez allí dijo que uno de los pasajeros lo apuntó con un arma y le pidió la billetera. Pero que en vez de entregárselas, logró sacarle el arma tras salir victorioso de un forcejeo dentro del vehículo.
Según su versión, el arma se disparó y los jóvenes bajaron. Uno cayó sin vida a pocos metros y su compañero se perdió al trote. El hecho es investigado por la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya, que se encuentra en turno.