Taxistas se movilizaron este martes en reclamo por el funcionamiento de Uber y otras plataformas de alquiler de vehículos particulares que compiten en el servicio pese a que no están aprobadas en Rosario, y por lo tanto, se quejaron, no están sometidas a un marco legal ni tienen que cumplir los requisitos municipales a los que se deben ajustar los dueños y choferes de las chapas.

“Notamos un incremento del trabajo de las aplicaciones que se refleja en una baja del 30% en nuestro servicio. Hoy están funcionando más de 500 autos particulares que trabajan con las distintas aplicaciones”, había puesto en números, días antes, Marcelo Díaz, referente de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario.
Con globos negros y amarillos, los taxistas armaron una caravana desde el Parque Independencia hasta la Municipalidad de Rosario. «No a las app ilegales. Taxi = Legal y seguro», es la consigna bajo la cual realizaron la protesta.
De acuerdo al referente del sector, lo que ocurre con el servicio de transporte por plataformas es que se aplica una “tarifa dinámica” que se ajusta por oferta y demanda. Entonces, cuando hay disponibilidad de vehículos, el servicio tiene un valor menor, y lo contrario cuando hay más pedidos, el costo llega a subir hasta un 60 por ciento.
“La verdad es que no entendemos por qué el Ejecutivo no hace los controles que nos había prometido. Tuvimos una reunión con el propio intendente, Pablo Javkin, sobre esto. Hay gente que sacó licencias nuevas y tenían expectativas de trabajar, entendemos que casi fueron estafados”, reclamó Díaz en rechazo de una competencia que consideran desleal. «Tenemos que competir con algo que no paga nada», señaló en sintonía una trabajadora del volante.
«Es terrible lo que estan haciendo. Los controles siempre son para el taxi, todos los ilegales andan libres por la ciudad», abundó otra mujer en referencia a Uber y Cabify, las aplicaciones que funcionan en la ciudad pese a que no hay una habilitación oficial para las mismas, en el marco de un servicio que arrastra deficiencias y quejas desde hace años.
En defensa de las aplicaciones
La autora del proyecto de regulación, la concejala del PRO Renata Ghilotti, expresó: “Los taxistas pueden seguir enviándonos WhatsApp intimidatorios y hacer todas las marchas que quieran. Con Charly no estamos en política para hacer la cómoda. Nosotros creemos que la llegada de las aplicaciones son beneficiosas para la ciudad y es una decisión tomada. Se trata de nuevas fuentes de trabajo y libertad de elección para los usuarios”.
En el mismo sentido se expresó el concejal Charly Cardozo, quien sostuvo: “los taxistas deberían estar prestando un servicio. Mientras ellos marchan, los rosarinos necesitan trasladarse y utilizan Uber; algo similar a lo que ocurre, por ejemplo, los fines de semana a la noche”.
“Respeto y entiendo la preocupación del sector, pero se equivocan. El taxi y el remise no abarcan la totalidad de la demanda, y hoy la prioridad es cuidar a la gente. Esperar el taxi o el colectivo durante horas puede ser una cuestión de vida o muerte”, manifestó Cardozo.
Sobre la marcha de taxistas el candidato a intendente agregó, en sintonía con la precandidata a concejala Ghilotti: “Durante mi gestión como Intendente estas viejas prácticas, marchas, aprietes y/o la utilización del Estado para beneficiar a un sector por sobre el beneficio general de la población, no tendrán cabida”.