Luego de que en la madrugada de ayer se sucedieran tres robos que tuvieron como blanco a taxistas –uno de los cuales terminó con un chofer herido de bala en una de sus piernas– pasado el mediodía se concretó una reunión entre representantes del gobierno provincial, de las distintas asociaciones de taxistas, y el flamante jefe de Policía de Rosario, comisario Raúl Ardiles. En el cónclave, choferes y propietarios de coches de alquiler reclamaron por “más seguridad”, pero además expusieron sus sospechas de que los hechos delictivos que los tuvieron como víctimas sean “algo más” que asaltos “comunes”.
“Nosotros veníamos bastante tranquilos, por lo que se levantó la sospecha de que detrás de los hechos que acontecieron podría haber una «mano negra». Se han visto vehículos raros atrás de los taxis, no sé si es un mensaje mafioso por los cambios en la Policía, de los delincuentes o de la Policía misma”, deslizó el máximo referente de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes, Mario Cesca.
El dirigente gremial marcó que “la intención era presentar a las autoridades provinciales y policiales el reclamo de una profundización de las medidas de seguridad”.
Los taxistas manifestaron su preocupación por la sucesión de hechos delictivos, en particular en el turno noche. Pero también dejaron entrever otros temores, pero en ese marco Cesca destacó la “buena predisposición y voluntad” de las autoridades frente a los reclamos. Incluso consideró que “están dispuestas a hacer todo lo posible para que estos hechos no ocurran y se pueda trabajar bien”.
“Lo que pedimos fue una presencia contundente y activa policial en las calles, que se hagan operativos de detención de móviles y preguntas a los pasajeros. Sabemos que es molesto para el cliente, pero es necesario”, explicó el taxista.
“Además les notificamos de zonas que son conflictivas”, continuó.
En ese marco, Cesca desmintió la posibilidad de un paro, como afirmaba un rumor que recorrió a los mismos taxistas durante la jornada.
Por su parte, el nuevo jefe policial coincidió: “Hubo planteos de disconformidad, se nos pidió mayor frecuencia y controles de vehículos libres y ocupados en el horario nocturno, así como control de pasajeros”.
Sin responder sobre si se concretarán o no los controles a quienes estén desplazándose en taxis o remises como clientes como reclaman en el sector –controles que no serían nuevos pero hace tiempo se dejaron de hacer con frecuencia– Ardiles logró sortear la primera situación compleja a menos de 48 horas de asumir en el puesto: “Les informamos que ya hay un detenido por los asaltos y planteamos que se van a garantizar más servicios en distintos lugares de la ciudad”, remarcó el comisario.
Ardiles ya se había reunido con choferes en el hall del Heca durante la madrugada, momentos después de que trascendiera que el taxista Claudio López, de 35 años, había resultado baleado –ayer se encontraba fuera de peligro– en un confuso hecho en bulevar Seguí e Italia. Sus colegas habían confluido en las puertas del Clemente Álvarez, donde cortaron el tránsito, y en medio de la protesta se hizo presente el jefe de Policía.
