Un numeroso grupo de peones de taxis se concentraron este mediodía en la sede del Sindicato de Peones de Taxi para dar un «abrazo» solidario a la institución y repudiar a Horacio Boix. El secretario General del sindicato fue suspendido por los integrantes de la comisión directiva tras recibir varias denuncias por malversación de fondos. «Este abrazo simbólico es para que la justicia actúe rápido y se esclarezca esta situación», deslizó el secretario Adjunto Horacio Yanotti.
Ante esta situación, taxistas afiliados al gremio visibilizaron su repudio sobre el accionar de Boix y manifestaron su voluntad de que no vuelva a la conducción. «Malversó fondos y tenemos pruebas de eso, el último tiempo no se ocupó de los trabajadores y también porque nunca hizo participar a la comisión directiva», manifestó ante la prensa Yanotti.
El corte de choferes sobre la sede de calle Salta 2882, se dio un día después del allanamiento en la institución. En el procedimiento la Brigada de contrainteligencia de la PDI incautó documentación de interés para la causa que lleva adelante el fiscal David Carizza.
La manifestación encabezada por Horacio Yanotti, pidió por la «salida digna» del sindicalista investigado. Consultado por lo que ocurrirá ante el regreso del ex secretario General, Yanotti contestó: «Previamente va a estar la asamblea que lo va a destituir, le vamos a pedir que si quiere tener una salida digna, que renuncie. La mayoría dijo que Boix no sigue».
Sobre la documentación incautada durante el procedimiento del día lunes, el secretario Adjunto aseguró: «Se llevaron de todo, nosotros en estos días cada vez que abríamos cajones encontrábamos pruebas de facturaciones, boletas y tarjetas de crédito que se pagaban con dinero del sindicato y no tienen nada que ver con la institución».
Por otra parte, el dirigente reconoció que Boix «fue un buen dirigente gremial» pero luego «se fue desvirtuando». Tras recalcar que estuvo al mando del Sindicato de Peones de Taxis durante 25 años, consideró: «A veces hay dirigentes que no se dan cuenta que se tienen que renovar».
Por último, Yanotti sentenció: «Los integrantes de la comisión directiva que lo suspendimos tenemos la conciencia tranquila que la institución no podía seguir así, de esa manera, en seis meses teníamos que vender el edificio»