Dai no tuvo una vida fácil. De pequeña la separaron de su hermana y su mamá estuvo ausente. A los 16 años tuvo su primer hijo, que ahora tiene 8 años, al que le siguieron una nena que ahora tiene 5, y uno de 3, producto de la relación que mantuvo con su anterior pareja, Juan Rodríguez, quien purgaba una condena por robo calificado cuando el 27 de agosto de 2014 fue asesinado en el interior del pabellón 2 de la ex Alcaidía de la Unidad Regional II, en avenida Francia al 5200. Por la muerte de Juan detuvieron a un oficial de la Policía de Santa Fe, quien quedó acusado por encubrimiento.
Dai se llamaba Estefanía Daiana Armanino, tenía 24 años, estaba embarazada de tres meses y el lunes pasado fue asesinada de un balazo en el tórax. El plomo salió de un revólver calibre 38, que su pareja de 30 años entregó después a la Policía envuelto en un trapo. Esa noche un llamado al 911 alertó a la Policía. Y cuando los uniformados llegaron a la precaria vivienda de Rouillón al 400 bis, fueron recibidos por los gritos del hombre de 30 años que convivió con Dai por casi seis meses. Es Walter G, quien les dijo a los agentes que Dai se había suicidado y entregó el arma, y después no emitió palabra. Esa misma noche, Walter G. quedó detenido por el femicidio.
A Walter G., el juez José Luis Suárez lo imputó en una audiencia que se realizó ayer homicidio agravado por el vínculo y le dictó la prisión preventiva sin plazo a pedido del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Luis Schiappa Pietra.
Violencia
Hasta el momento, la familia de la chica pudo reconstruir que el domingo pasado la muchacha discutió con su pareja. Por el atrevimiento de contestarle, la joven –embarazada de tres meses– recibió varios golpes y también fue echada de su casa. El lunes, Dai se decidió y armó los bolsos. Sus allegados especulan que tenía idea de irse a vivir a la casa de su hermana Alejandra.
Hacía dos meses que Daiana se había reencontrado con Alejandra y lograron formar un vínculo muy fuerte. “Nos enteramos de Dai hace seis meses. A Alejandra se la sacaron a la madre porque se prostituía y sabía que tenía una hermana. Contratamos un detective privado y la encontró. Dejamos pasar un poco de tiempo porque nos fijábamos en Internet dónde era la casa y era una villa. Teníamos miedo. Pero hace dos meses nos subimos a la chata y nos bajamos en la casa de Dai. De ahí, se hicieron muy unidas”, describió Ignacio, pareja de Alejandra, en diálogo con El Ciudadano.
Daiana no llegó a buscar contención en su nueva familia. Todavía trataba de sobrellevar sus problemas ella sola y para su pareja era una propiedad. “Pasó poco tiempo de conocernos cuando le dijimos que si tenía algún problema no dudara en venirse con los chicos a nuestra casa. No la dejaba tener celular y si venía a nuestra casa primero le tenía que avisar para que le diera permiso. Una vez que se pelearon, suponemos que le pegó porque los nenes ahora se animaron a contar cómo fueron las cosas y no pudo irse porque no tenía cómo avisarnos. Ahora me acuerdo cuando este tipo estuvo en mi casa y se hizo el gracioso, delante de todos dijo: «Vos te llegás a ir y te pego un tiro»”, agregó Ignacio para remarcar que por esas actitudes le habían aconsejado que no dudara en mudarse con ellos.
Ayer velaron a la joven mamá. Tenía un tiro en el tórax del lado izquierdo, golpes en el rostro y en el cuerpo. Sus pequeños hablaron un poco más y le contaron a sus tíos que los abusos hacia su madre por parte de su pareja eran una constante.
Los nenitos se animaron un poco más y también reprodujeron las amenazas que le hizo su padrastro para que no dijeran nada de lo que había pasado este lunes en el dormitorio de la pareja.