La polémica se reinstala de manera cíclica cada vez que un error arbitral condiciona el juego: ¿Debería el fútbol copiar a otros deportes y abrazar la tecnología? El pasado sábado, Germán Delfino rectificó un fallo, supuestamente, apoyado por la trasmisión oficial, generando opiniones encontradas ya que esta situación no está amparada por el reglamento, pero hizo justicia.
Para poner luz sobre el conflicto que se presenta, ámbito.com consultó a dos legendarios árbitros: Ricardo Calabria y Aníbal Hay, quienes están en contra de la utilización de la tecnología, aunque la avalan en el caso del «Ojo de Halcón» en la línea de gol.
El pasado sábado la pelota voló hacia el área de Arsenal en el estadio Amafitani y Mariano Pavone, de Vélez, que no llegó con la cabeza, metió la mano para ver si podía desviarla hacia el arco. Sin embargo, Delfino desde su perspectiva observó que el que cometió la infracción fue el defensor Rosero Valencia, por lo que cobró penal y expulsó al colombiano.
Luego de varios minutos de discusiones, el árbitro, apoyado en su terna arbitral, dio marcha atrás y cobró la infracción a favor de Arsenal. Sin embargo, un productor de la trasmisión oficial habría sido quien percató al cuarto hombre del error de Delfino, lo que desató el enojo de todo Vélez, ya que el árbitro no puede retrotraer una jugada apoyado en la televisión.
«Delfino estuvo bien siempre y cuando no se haya basado en la tecnología y si en sus colaboradores algo que me parece perfecto, está dentro de las reglas de juego», aseguró Hay, quien justificó la demora en la rectificación de la acción en la encendida protesta de todos los actores del juego. «Desde el punto de vista ético estuvo bien porque evitó cometer una injusticia. Si hablamos desde el reglamentario, y tomó la decisión amparado en lo que le decían desde la televisión, trasgredió las normas», manifestó Calabria.
Si bien tanto Delfino como la terna arbitral desmienten que desde la trasmisión les hayan avisado que Pavone fue quien tocó la pelota con la mano, los jueces fueron parados por una fecha. Más allá de la prohibición reglamentaria, varias voces alrededor del fútbol están a favor de cómo accionó el juez y piden que se legisle el uso de la tecnología.
«El fútbol es un deporte totalmente diferente a todos los demás. Primero que se juega en todo el mundo y hay ligas que no podrían costear los gastos grotescos de la tecnología. Fijate que se implementó lo de la línea de gol, que me parece perfecto, pero sólo se pudo utilizar en el Mundial», fundamenta Hay, quien asegura que mucha gente habla desde el desconocimiento, pero la realidad es que estos avances no están al alcance de todo el mundo.
Calabria comparte la visión de Hay de un fútbol sin tecnología, salvo la de la línea de gol, aunque sus argumentos son diferentes: «Uno de los imponderables del fútbol es el error o supuesto error del árbitro. Entonces, la dinámica del juego no permite volver atrás».
Días atrás, el secretario general de la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), Federico Beligoy, apoyó la decisión de Delfino y aseguró que pide «a gritos» el aporte de la tecnología al fútbol para minimizar los errores. «Se hizo justicia», agregó.
Para Calabria, para minimizar las fallas es necesario que los jueces trabajen más y dejen de pedir ayudas externas: «Ahora le echan la culpa a la televisión, que no cambia un acierto por un error o un error por un acierto. Lo que tiene que hacer los árbitros es dirigir lo mejor posible, preocuparse por su estado físico, cosa que les permita estar cerca del juego, algo fundamental para tener autoridad en los fallos».
Además, Calabria apuntó de lleno contra los formadores y pidió que se revise a quienes están a cargo para mejorar la calidad de los jueces de cara a futuro: «El problema es que los peores árbitros son los instructores».
Finalmente, Hay considera que agregar un quinto y sexto árbitro detrás de la línea de meta como se hace en la Champions League podría ser una solución, aunque cree que nada dará garantías de que no se comentan errores: «Desde hace un par de años se están utilizando los auriculares y tampoco dan resultado porque al final los árbitros siempre que hay un problema van a consultar directamente. Los tienen de adorno».
El debate sobre la aplicación de la tecnología en el fútbol está en la mesa desde hace varios años, pero los mismos actores no se ponen de acuerdo sobre cómo debe ser utilizada. El error es parte del juego, pero las polémicas suscitadas por los reiterados, y en muchos casos groseros, fallos arbitrales reflotan la discusión pidiendo una herramienta que traiga más justicia ante el bajo nivel de muchas de las ternas que dirigen en la máxima categoría