“Para algunos papeles es necesario bancarse el ridículo y dejar que el galán se caiga a pedazos”, reflexionó Luciano Cáceres sobre el rol que interpretará en “Sres. Papis”, la tira que desde el lunes próximo lo mostrará junto a Joaquín Furriel, Peto Menahem y Luciano Castro por la pantalla de Telefé.
“Los cuatro vamos a interpretar padres jóvenes muy distintos, todos muy varoniles pero al mismo tiempo vulnerables en diversos aspectos, y para eso hay que ser capaz de soltar la imagen que se construyó del galán en cada uno”, agregó Cáceres en diálogo con Télam.
“Sres. Papis”, la ficción escrita por Cecilia Guerty (“Malparida” y “Soy Gitano”) que llega a Telefé para reemplazar a la oscilante “Vecinos en guerra”, que tambaleó en la grilla durante ocho meses, contará la historia de cuatro hombres de mediana edad y el modo en el que encarnan su rol de padres.
Básicamente la cosa es así: Furriel, Castro, Cáceres y Menahem tienen a sus hijos de cinco años en la misma sala de un jardín. Reeditando esas charlas en la puerta del colegio, que en el imaginario colectivo están instaladas dentro del universo femenino, este cuarteto va construyendo una particular amistad, a la vez que propone una visión reivindicativa del rol del hombre en la crianza.
Así, lo que en principio aparece como un simple inventario de galanes agrupado para sacudir la pantalla chica, se impone luego como una propuesta capaz de construir una simpática mirada -por qué no, casi sociológica- de este mundo de paternidades ejercidas de un modo diferente.
“Mi personaje -describió Cáceres- es un diseñador de ropa con dos hijas, muy deprimido desde que enviudó hace dos años y que decide mudar a sus hijas más cerca de su trabajo para pasar más tiempo con ellas. Y al cambiarlas de jardín es cómo conoce a los otros tres personajes”.
“Y no sólo eso, cambiar de barrio, tener nuevos amigos y sopesar la posibilidad de una vida nueva, lo hacen empezar a fantasear con volver a creer en el amor, en este caso, con la maestra del jardín, que interpreta Vanesa González”, agregó.
El caso de Furriel es totalmente inverso: mujeriego empedernido, frívolo e incapaz de comprometerse con nada ni con nadie hasta que una chica, con la que tuvo una noche de fugaz pasión hace cinco años, llega a su casa con un niño diciéndole que es suyo. “Es una chica de la noche que anda con quilombos y le deja al chico. El periplo de mi personaje es que no sabe si es hijo suyo, pero se va a tener que adaptar igual”, comentó Furriel sobre Ignacio.
“Yo soy el casado en segundas nupcias”, anticipó Menahem sobre Mauro, un hombre tironeado por su hijo de cinco, su ligeramente bipolar ex mujer (Marcela Guerty) y su hija adolescente. “Es un padre con todas las letras, que se encarga de la casa, lleva los chicos a todos lados, está siempre pendiente de todos. Y en ese contexto, su padre vuelve a aparecer en su vida después de cinco años sin hablarse”, comentó.
Por último, el más tradicional y chapado a la antigua lo encarna Luciano Castro que, en la piel de Fabio, un pizzero algo avaro que está en pareja con su mujer (Gloria Carrá) desde el viaje de egresados y tienen tres hijos, uno -claro- en sala de cinco.
“Estoy casado hace 18 años y la serie empieza con mi mujer queriendo dejarme. Y el caos de mi vida se completa con la llegada de mi padre (Luis Luque), un hombre desconado que pasó los últimos 10 años en el cerro Uritorco y llega con su novia (Kloosterboer) para quedarse a vivir en mi casa”, comentó a esta agencia el ex “Sos mi hombre”.
“En síntesis, lo interesante acá es que somos cuatro actores y el valor está puesto en la diferencia, en lo que tenemos para portar cada uno a la historia desde nuestra diversidad”, rescató Furriel.
Así, con esta variopinta acuarela de cuatro mundos posibles dentro del inmenso bolillero de padres jóvenes y modernos, “Sres. Papis” intenta reconstruir no sólo el vínculo de los protagonistas con sus hijos, sino también -y casi como consecuencia circular- la que construyeron con sus propios progenitores.
“El tema tiene mucha tela para cortar, porque se trata no sólo de contar la paternidad desde una mirada masculina, sino también cómo somos nosotros como hijos de nuestros padres”, señaló Furriel cuyo último trabajo en la pantalla chica había sido en “Sos mi hombre” como contrafigura de Luciano Castro.
“Y no sólo eso -terció Menahem- también de esos vínculos se explica por qué nuestras mujeres son como son y qué es lo que les pasa a ellas con la maternidad. Y a la vez la riqueza de las historias y las situaciones redunda en un producto con muchos colores que va de la tristeza a la tragedia pero siempre teñida de comedia”.
“Y fue clave -cerró Cáceres- que haya un elenco preparado para eso, para ser capaces de tocar las distintas cuerdas de emociones que propone la tira sin perder el tono. Y eso es fundamental