En Olivos se aguarda con cierto temor el próximo paso político de Hugo Moyano. Este jueves, el camionero será el encargado de abrir los actos por la celebración de los 80 años de la Confederación General del Trabajo (CGT) y, según los datos que maneja el Ejecutivo, se prevé un discurso encendido y virulento del dueño de casa.
No es que desde el kirchnerismo se espere un rompimiento o críticas al oficialismo. El miedo es a que el camionero coloque a los empresarios y a las mayores compañías del país como blanco de su ataque, cuando aún desde el Gobierno no se terminó de definir la estrategia con la que seguirá la relación con los representantes privados.
La información con la que cuentan en Olivos es que Moyano hará una defensa de la política económica, especialmente de la laboral. También se sabe que el titular de la CGT avalará al Gobierno en toda su gestión, incluyendo las embestidas contra Papel Prensa y el Grupo Clarín, mencionándolo también como «el monopolio» y «la corporación mediática». Moyano aclaraba ante el propio Néstor Kirchner hace unas semanas que él mismo fue víctima del grupo antes que el ex presidente. Por esto incluirá a gran parte de los medios dentro de los enemigos del movimiento obrero desde la creación de la CGT hace 80 años. Mencionaría además que los Kirchner son los seguidores legítimos de las políticas de Juan Domingo Perón, y llamará a defender al matrimonio ante los embates actuales. El camionero hablará también de la inflación, y avanzará en su tesis sobre que el actual nivel de crecimiento de los precios es manejable y que la otra opción es «la paz de los cementerios». Culpará además a los empresarios por las alzas inflacionarias y, obviamente, dirá que los aumentos no son responsabilidad de los incrementos salariales.
Todos estos capítulos entusiasman a los analistas de Olivos. Sin embargo, hay otros ítems que prepara el camionero que provocan cierta alarma al matrimonio presidencial. Sucede que las versiones que llegan al oficialismo hablan de una embestida segura de Moyano contra sus propios enemigos actuales, comenzando por Techint y el resto de las compañías que según la visión del camionero se niegan a «asumir la responsabilidad y solidaridad» de los controles de los empleados en negro en sus empresas contratistas. Defenderá además, de manera velada pero clara, su intención para que las grandes empresas incorporen como planta permanente a estos trabajadores y asuman como costo interno este movimiento. Desde el Gobierno se preferiría que el conflicto continúe en este capítulo dentro de las negociaciones del Ministerio de Trabajo, donde además se le rechazaría ese pedido al camionero.
Lo que más temor causa dentro del Gobierno, o al menos en parte de él, es una embestida más fuerte y directa contra «las corporaciones» que provoque un cortocircuito aún mayor entre los empresarios y el kirchnerismo en momentos en que las consecuencias del enfrentamiento entre las dos partes ya están afectando seriamente a la economía y los mercados. Por esto, en las próximas horas comenzarían a circular emisarios directos hacia el camionero para que por lo menos, si la intención del titular de la CGT en el evento es presentar una actitud combativa, haya una direccionalidad en los misiles verbales del nuevo presidente del PJ bonaerense.
Para el acto, Moyano tiene preparado un despliegue intenso. Se tomará todo el próximo mes para los festejos, con el título «Setiembre, el mes de los trabajadores por la cultura nacional y la memoria de nuestro pueblo». El gremialista se guardó para sí la apertura del programa, con un acto el jueves a las 16:00, donde lo secundarán en el escenario del Salón Felipe Vallese (el más emblemático) sus colegas Juan Carlos Schmid, Julio Piumato y Omar Viviani. Están además invitados el secretario de Cultura Jorge Coscia, el director nacional de las Artes José Luis Castiñeira de Dios y el historiador Norberto Galasso, trío que comparte la visión moyanista de la historia sindical y el presente kirchnerista.
Los actos siguen durante todo el mes con homenajes al 17 de octubre (el verdadero día histórico de festejo del sindicalismo peronista), a las víctimas del bombardeo de la Plaza de Mayo del 16 de junio del 55 y a José Ignacio Rucci, además de condenas varias a las dictaduras militares y a las políticas económicas de los 90. El programa promete además la presencia de todos los representantes sindicales del país (incluyendo las bandas musicales de los gremios), diputados, senadores y funcionarios del Gobierno nacional. En Olivos se resuelve en las próximas horas la importancia de los hombres del kirchnerismo que concurrirán al evento moyanista.