El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, evitó ayer comparecer ante un tribunal de Milán (norte) que lo había convocado por “fraude fiscal”, en el primero de una larga serie de procesos que debe enfrentar en el futuro cercano.
Berlusconi debe responder ante la Justicia por haber inflado artificialmente el valor de la compra y venta de derechos cinematográficos y de televisión de filmes adquiridos por empresas ficticias, las cuales a su vez los vendían de nuevo a su imperio audiovisual Mediaset. Con ese sistema, el grupo pudo crear un fondo de dineros negros en el extranjero y reducir los beneficios anuales de la empresa con el fin de pagar menos impuestos.
El proceso había sido suspendido en abril del año pasado tras la adopción de una ley que garantizaba la inmunidad penal a Berlusconi por 18 meses.
La ley fue en parte anulada a mediados de enero por la Corte Constitucional, por lo que los juicios a Berlusconi se reanudaron. “Cuatro procesos en Milán contra el jefe de gobierno es algo que no tiene precedentes en Italia, es fuera de lo normal”, aseguró su defensor de cabecera, el diputado Niccolo Ghedini.
“Hace 13 años que lo defiendo y nunca ha sido condenado. No estoy para nada preocupado”, comentó por su parte a la prensa Piero Longo, del equipo de abogados defensores de Berlusconi.
El jefe de gobierno y sus abogados, casi todos parlamentarios, pueden invocar el llamado “legítimo impedimento” de comparición debido a sus actividades de gobierno, por lo que fijar un calendario de audiencias no va a ser fácil.
El multimillonario político, que se encontraba ayer en Milán para una reunión con empresarios, aseguró que quería comparecer para no ser juzgado en contumacia. “Yo quiero presentarme, siempre lo he querido, son mis abogados que me lo impiden”, declaró al margen de la reunión empresarial.
Durante la audiencia los jueces invitaron a los abogados defensores a recortar la lista de testigos citados de manera que el proceso tenga una duración “razonable”.
El jefe de gobierno deberá comparecer de nuevo ante los jueces por un caso de abuso de confianza en la compra de derechos televisivos el 5 de marzo. Seis días después, el 11 de marzo, los jueces milaneses lo convocaron por otro delito, esta vez por corrupción de un testigo.
Pero el caso que suscita más alboroto tanto desde el punto de vista judicial como político se inicia el 6 abril, cuando el primer ministro deberá defenderse del infamante delito de prostitución de menor y abuso de poder por el escándalo de Ruby, una joven marroquí fugada de un centro de menores y contratada para las fiestas privadas del jefe de gobierno.
Ruby cumplió 18 años el pasado 2 de noviembre, y según la fiscalía de Milán fue pagada por el primer ministro italiano por los servicios sexuales prestados cuando era menor de edad.
Berlusconi fue acusado también de abuso de función al haber intervenido la noche del 27 de mayo ante la Policía para que fuera liberada tras ser detenida por robo.