“Estoy tranquilo. Esto es fútbol y se habla permanentemente de un montón de cosas. Nosotros tenemos estos cuatro partidos por delante y no me pongo más presión para nada con un resultado o un partido. Esto es un proyecto y lo vamos a defender para seguir adelante, trabajando de la mejor manera”. La frase corresponde a Leonardo Fernández, quien aceptó la requisitoria de la prensa para charlar este martes tras la práctica a pesar que no era el día dónde tenía previsto atender a los medios.
Pero lo acontecido en las últimas horas ameritaba la palabra del ratificado entrenador y no tuvo problema en hacerlo. Al ser consultado sobre cómo vivió el hecho de la reunión con la dirigencia tras la derrota del domingo, Fernández comentó: “Son reuniones lógicas. Tuvimos una charla después del partido con los dirigentes, pero en buenos términos. Lo nuestro es seguir trabajando para reforzar lo que hicimos y mirando siempre para adelante”.
—En Central hay una vieja coincidencia que muestra que con el técnico que viene de afuera hay una paciencia totalmente diferente a la que se tiene con alguien del club, ¿pensás que es así?
—Me parece que son cuestiones lógicas que te pueden plantear cuando perdés algunos partidos, más cuando el rendimiento del equipo no es el adecuado o el que uno pretende. Pero fueron todas charlas buenas, positivas, para mejorar. De cara a lo que viene tenemos partidos importantes en Superliga para sumar y la vuelta con San Pablo, que es donde más hay que enfocarse.
—¿Qué autocrítica hacés como cabeza de grupo?
—Siempre hacemos autocrítica. Cuando las cosas no salen como uno pretende se trata de mejorar buscando variantes desde lo futbolístico y lo emocional, tratando de predisponer a los jugadores de la mejor manera.
—¿Suena entendible la preocupación o intranquilidad de los dirigentes?
—Sí, son lógicas, propias de un equipo grande como Central, que siempre pretende ganar y estar en los lugares de privilegio. Cuando eso no ocurre es lógico que todos estemos un poco más impacientes teniendo en cuenta el presente del club porque es un año electoral, por lo que todo se precipita. Nosotros seguimos trabajando con tranquilidad, intentando armar el mejor equipo para salir adelante.
—¿En qué te basás para creer que van a revertir este presente?
—En lo que hablo con los jugadores y en el trabajo porque confiamos mucho en lo que estamos haciendo y en lo que podemos realizar de aquí en más. Estamos con fuerzas, con ganas, tenemos un muy buen ida y vuelta con los jugadores y es nos predispone de manera diferente en este momento.
—En los últimos días surgieron rumores sobre que tenés una mala relación con los más grandes del plantel.
—Para nada. Pueden preguntarle a cualquier jugador lo que hablamos permanentemente. En estos días hablamos con los más grandes, como lo hacemos habitualmente y no hay ningún problema. Nada más alejado de la realidad. Tengo una excelente relación con todos, entiendo los momentos y es lógico que un futbolista esté más disconforme que otro cuando no tiene muchos minutos en cancha, pero son cosas normales que pasan en todos los planteles. No sé de dónde salieron esos rumores pero nada que ver.
—El otro día dijiste que en Central no anormal es no ganar. ¿Esta semana la presión es mayor?
—No, en Central siempre es igual. Cada partido que vas a jugar tenés las presiones lógicas de ganarlo y esta semana no escapa a las anteriores.
—Además del triunfo, ¿qué necesitás ver del equipo?
—Por ahí un mejor funcionamiento y cambiar un poco la imagen. Es lo que queremos todos y en lo que más nos abocamos para este partido.