Juan Carlos G. llegaba anteanoche a su casa de barrio Refinería junto a su mujer y a su prima cuando fue sorprendido por un trío de asaltantes que obligó a las víctimas a ingresar a la vivienda. “Sabemos que tenés una caja de seguridad con plata”, le decían los recién llegados, quienes permanecieron en el lugar por más de dos horas, hasta que huyeron con al menos seis armas de fuego del dueño de casa, que practica tiro, 15 mil pesos y mil dólares de la prima, que está en el país de visita.
Según contó Juan Carlos a El Ciudadano, anteayer cerca de las 21.15, él llegó en auto a su casa. Estaba acompañado por su mujer, Nilda, y por Alejandra, una prima que vive en Chicago, Estados Unidos, y que se encuentra en Rosario desde hace dos semanas porque su padre falleció y vino a despedir sus restos.
“Me llamó la atención que había un auto blanco estacionado que tapaba la mitad del acceso a mi garaje”, explicó Juan Carlos, de 72 años, parado en la puerta de su casa junto a una placa de bronce que indica que es médico cirujano. “Igual pude maniobrar y entrar el auto en la cochera”, detalló el hombre, quien dijo que en ese momento fueron abordados por tres desconocidos armados que los amenazaron y los obligaron a entrar en la vivienda de Vélez Sarsfield al 600.
Según la víctima, los recién llegados revisaron y rompieron cada centímetro de la vivienda, en busca de una inexistente caja de seguridad que ellos decían conocer que había en el lugar. “Tenemos el dato, te vendieron, decinos dónde está”, le decían los asaltantes, en referencia a la caja de seguridad.
Igualmente no se fueron con las manos vacías. “Yo llegué de Estados Unidos hace dos semanas porque falleció mi padre. Es una tragedia tras otra. Me robaron mi laptop y mi I Phone, 15 mil pesos y mil dólares que había traído”, contó Alejandra, la prima de Juan Carlos, quien está viviendo en el lugar en carácter de huésped.
Además, la mujer detalló que los asaltantes se comunicaban a través de un handy con otras personas que estaban fuera de la casa.
“El que parecía ser el jefe de la banda tenía la cara descubierta. Los otros dos tenían la cara tapada”, detalló Juan Carlos, quien dijo que si bien no los golpearon, los ladrones fueron muy violentos y no pararon de amenazarlos durante las dos horas que estuvieron en el lugar.
En un tramo de la charla, Juan Carlos se mostró reacio a admitirlo, pero terminó confirmando que los ladrones le llevaron algunas armas de fuego. De acuerdo con los pesquisas, se trata de cuatro pistolas –una Bersa calibre 22, una Beretta calibre 40, una Browning 6.35 y una Colt de 38 milímetros– y dos revólveres marca Smith and Wessson calibre 32 y 38. Según el médico, él sabe de armas y practica tiro en distintos clubes.
Una vez que se hicieron del botín, sin haber encontrado nunca la caja de seguridad de la cual hablaban, los ladrones maniataron a las víctimas en el piso del comedor y se dieron a la fuga. “Cerraron la puerta con las llaves y las tiraron”, explicó Juan Carlos.
El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno, con la colaboración de personal de la comisaría 8ª, con jurisdicción en la zona.