Por Edith Encinas
Secretaria de la cooperativa de trabajo La Cabaña y presidenta de Federación ACTRA (Autogestión, Cooperativismo, Trabajo).
Somos mujeres a las que nos tocó dar un paso al vacío, a la incertidumbre y junto a nuestros compañeros luchar para conservar nuestra fuente de trabajo y planificar nuestro futuro. Recuperar la fábrica nos modificó la vida en muchos aspectos, nos hizo creer en nosotras, nos hizo fuertes, pero sin perder nuestra ternura. Somos mujeres trabajadoras que nos emocionamos, amamos, lloramos ante un desamor y ante la injusticia, nos ponemos en el lugar del más débil y batallamos. Creemos y soñamos con un mundo mejor donde cada mujer sea respetada y valorada, donde no tengamos que demostrar que somos idóneas sólo por el hecho de ser mujeres.
No tenemos huevos, pero si los ovarios bien puestos. Vivimos. Parimos. Producimos. Creamos. Inventamos. Transformamos. Cada una cumpliendo distintas funciones. En las cooperativas, en las fábricas, en la política, en la salud, en la educación, en el hogar.
En este Día de la Mujer conmemoremos a todas las mujeres que lucharon y luchan día a día por reivindicar nuestros derechos y son una parte crucial de nuestra historia. Valoremos a cada mujer que se levanta, se viste con su mejor sonrisa a pesar de la adversidad y pone el corazón en todo lo que hace. Que en este día reflexionemos sobre todas las injusticias sufridas y los cambios y transformaciones que aún nos faltan realizar como sociedad. Empoderémonos y que nuestras voces no la callen jamás.