La vida de Brian Nahuel Orellano se apagó a los 23 años cerca de las 21 de este viernes en la zona límite entre los barrios Tablada y Las Heras.
Allí, en Ayacucho y Estado de Israel, la Policía reportó el asesinato en un pasillo de la zona, cercana al sector conocido como “la U” y al barrio conocido como Fonavi de Lola Mora e Hipócrates.
Según la información inicial, el cadáver quedó tendido en el lugar. Los médicos del servicio de emergencias Sies comprobaron que el muchacho había fallecido al momento de sufrir los disparos: el cuerpo presentaba heridas de arma de fuego en cráneo, tórax y ambos glúteos. La Policía levantó del lugar cuatro vainas calibre 9 milímetros y la billetera de la víctima con documentación.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Patricio Saldutti. El funcionario judicial dispuso las medidas de rigor, entre ellas el relevamiento de rastros y de posibles cámaras, además de la correspondiente identificación autopsia.
Casi al unísono se produjo otro crimen, en la zona de Rodríguez y Juan Canals, con lo cual el departamento Rosario acumula 128 homicidios dolosos en lo que va del año.
Allí, un joven de 24 años identificado como Nicolás Agustín Agüero fue ultimado a tiros en el ingreso a un pasillo de la villa Itatí. De acuerdo con voceros policiales, la agresión se produjo en Rodríguez al 4400, casi Juan Canals.
Allí, el muchacho fue alcanzado por disparos en la nuca y el pecho. De acuerdo a los primeros elementos recabados en la investigación, Agüero fue baleado por un grupo de personas que pasó por el lugar y le disparó, mientras la víctima estaba “sentada en la vereda”.
Un vecino lo auxilió de inmediato y lo llevó en su auto al Heca, donde los médicos diagnosticaron que había llegado sin vida.
De la escena del hecho, la policía secuestró cuatro vainas calibre 9 milímetros, cinco calibre 22 largo y 2 cartuchos también 22, que el fiscal Saldutti ordenó sea enviado a peritar y brinda una idea de la magnitud del ataque.