Un hombre de 52 años intentó quemar viva a pareja de 37 rociándola con alcohol. Fue hace una semana en el interior de su vivienda de barrio Nuevo Horizonte, en la ciudad de Santa Fe. La víctima lucha por recuperarse de las quemaduras en vías aéreas, cara, tórax y manos en el hospital José María Cullen. Apenas ocurrió el ataque, el hombre intentó visitar a la mujer en el centro de salud, pero los investigadores –que ya lo tenían en la mira– consiguieron que la Justicia se lo prohibiera. Al reunir todas las pruebas, el fiscal Gonzalo Iglesias solicitó la detención el lunes pasado; el miércoles quedó imputado por tentativa de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género y este viernes el juez Sergio Carraro dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
De acuerdo con la investigación, el intento de femicidio ocurrió en los primeros minutos del domingo pasado en el interior de vivienda de Sarsotti al 6600, en el barrio santafesino Nuevo Horizonte. “Los dos estaban en el comedor de la casa en la que habitaban y, luego de una discusión, el hombre roció el cuerpo de la víctima y le prendió fuego”, describió el fiscal Iglesias en la audiencia imputativa del miércoles pasado. Desde las primeras horas, el hombre estaba sospechado de ser el autor del ataque. Por ello, el fiscal pidió que le prohibieran la entrada al Cullen.
El investigador explicó que la hipótesis fue que usó alcohol que tenía en un envase plástico y añadió que “le produjo quemaduras en el rostro, tórax y miembros superiores”.
En cuanto al estado de salud de la mujer, el fiscal informó que “tiene por lo menos el 30 por ciento del cuerpo quemado y está en estado crítico internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen». Los pesquisas agregaron que lo que más preocupa es el estado de las vías respiratorias.
En la imputación el fiscal fue contundente: “el hombre no logró su objetivo de quitarle la vida a la mujer sólo por circunstancias ajenas a su voluntad”.
Iglesias hizo hincapié: “El ataque que realizó el imputado se enmarca en un contexto de violencia de género originado en la conflictiva relación de pareja”. En las dos audiencias resaltó: “Había una clara situación de subordinación de la víctima –por su condición de mujer– respecto del hombre investigado, basada en una relación desigual de poder caracterizada por el empleo de violencia física, psicológica y moral”.